MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado de que casi 40.000 personas han huido de República Centroafricana y han buscado refugio en los países vecinos para escapar de la inestabilidad política y social en que se encuentra sumida su país desde hace dos meses.
"En las últimas dos semanas, nuestras oficinas ha registrado nuevas llegadas a Chad, Camerún y República Democrática del Congo", lo que eleva a "37.000" el total de refugiados desde que comenzó el conflicto en República Centroafricana, ha explicado el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, en declaraciones a la prensa en Ginebra.
Los refugiados proceden principalmente de la capital, Bangui, pero también de ciudades como Bangassou, Rifai y Zemio, situadas en la zona sureste de República Centroafricana y cercanas a la frontera con República Democrática del Congo (RDC).
Desde diciembre, alrededor de 31.000 refugiados han escapado al norte de la RDC, mientras que 5.600 se han refugiado en Chad y otros mil en Camerún, ha informado la agencia de la ONU en un comunicado.
Edwards ha recordado las necesidades de estas miles de personas que "abandonan con prisa sus casas y no pueden llevar enseres con ellos". Tras cruzar la frontera, se encuentran "sin un lugar donde vivir" o abocados a instalarse con familias en "extrema pobreza".
ACNUR está en contacto con las autoridades de los tres países receptores para brindar protección y asistencia a los centroafricanos. Así, "nuestros equipos registran a los refugiados, distribuyen ayudas y levantan refugios de emergencia", ha dicho el portavoz, que ha confirmado también contactos con otras organizaciones de ayuda "para proporcionar apoyo educativo y sanitario".
Gracias a esta colaboración, ACNUR ha ayudado a trasladar a refugiados desde la frontera hacia el campamento de Moro. Además, ha asistido a más de 26.000 personas instalados en un campamento y 19 emplazamientos temporales en la provincia congoleña de Ecuador y en la zona de Zongo, donde ACNUR tiene previsto ampliar el enclave de Worobe.
"Más al norte, en Inke, nuestros compañeros han comenzado a limpiar unas 400 hectáreas de tierras entregadas por las autoridades para instalar un campamento con capacidad inicial para al menos 10.000 refugiados", ha dicho Edwards.
ACNUR ha advertido de que las zonas a las que han llegado en las últimas semanas los refugiados carecen de las infraestructuras básicas. No tienen acceso, por ejemplo, a centros médicos con personal o equipos adecuados. El 29 de marzo, una niña murió en el Hospital General de Mobayi debido a una hemorragia interna por no haber sido atendida a tiempo.
