Actualizado 04/04/2008 12:27

Amnistía Internacional denuncia la "oleada de ejecuciones extrajudiciales" del Ejército en el norte de Níger

LONDRES, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado la "nueva oleada de ejecuciones extrajudiciales" cometidas por el Ejército de Níger en la región de Agadez (norte), en el marco de la lucha que desde hace más de un año mantiene con el grupo armado rebelde Movimiento de Nigerinos por la Justicia (MNJ).

"Hacemos un llamamiento urgente a las autoridades nigerinas para que ordenen de inmediato a las fuerzas de seguridad que pongan fin a las ejecuciones extrajudiciales y a las desapariciones forzadas de civiles en el norte del país", declaró la director adjunta del Programa de África de AI, Véronique Aubert.

"El Gobierno debe emprender investigaciones sobre estos hechos, entregar a la justicia a los responsables de estos actos y dar reparación a los parientes de estas víctimas", añadió.

Según la organización, al menos ocho civiles fueron ejecutados arbitrariamente entre el 22 y el 25 de marzo tras una serie de enfrentamientos entre el MNJ y el Ejército. Durante los combates murieron varios militares y numerosos vehículos del Ejército saltaron por los aires a causa de las minas. En venganza, los soldados lanzaron una operación contra los civiles, ejecutando y deteniendo a varios de ellos y saqueando sus bienes.

Amnistía Internacional ha sido informada de que al menos en una ocasión, el pasado 26 de marzo, en el eje Dabaga-El Meki, los militares obligaron a un automóvil civil a ir por delante de su convoy a fin de detectar posibles minas. Pese a ello, el vehículo saltó por los aires. Tanto el conductor como los dos pasajeros del automóvil fueron posteriormente atacados por los soldados, que le acusaron de haberles tendido una emboscada.

La organización relata también el caso de Hada Baregha, un pastor de sesenta años de edad que fue asesinado el pasado 25 de marzo por los soldados cuando apacentaba a sus asnos en la aldea de Dabaga, en Agadez. Otro civil, el comerciante Aboubakar Attoulele (conocido como 'Kouzaba'), fue torturado y asesinado por los militares el 26 de marzo. Su cadáver apareció con las orejas cortadas, la cabeza y los cabellos quemados y con marcas de apuñalamiento.

Un tercer caso fue el del jardinero Mohamed El Moctar, de 66 años, detenido el 24 de marzo en su campamento Tabouhait por varios soldados que le golpearon con la culata de sus fusiles hasta la muerte. Al menos otras tres personas fueron asesinadas recientemente a tiros, dos de ellas el pasado 22 de marzo en la aldea de Tamazalak.

"Las fuerzas de seguridad tienen derecho a responder de forma legítima y proporcionada a los ataques armados, pero no pueden atacar ciegamente a poblaciones indefensas", aseveró Véronique Aubert.