Actualizado 22/11/2007 19:59

(Ampliación) Los antidisturbios disuelven una manifestación de estudiantes por una pelea con un grupo de radicales

MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una manifestación convocada por el Sindicato de Estudiantes en recuerdo de Carlos Javier Palomino, el antifascista asesinado a manos de un presunto neonazi el pasado día 11 en el Metro de Legazpi, acabó en una violenta trifulca frente al Museo Reina Sofía que se saldó con un joven detenido y tres heridos, dos de ellos agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

En la marcha también participaron miembros de la FAPA 'Giner de los Ríos', los sindicatos FETE-UGT, CCOO, STES y las asociaciones de vecinos de Vallecas y Usera, así como el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, quien pronunció unas palabras ante los manifestantes en las que comparó al número de muertos por la violencia neonazi con las víctimas de ETA. El líder de la coalición abandonó la protesta una hora antes de la reyerta.

El acto de los estudiantes comenzó a mediodía en la plaza de Legapzi y discurrió de forma pacífica por el paseo de Delicias, aunque durante el trayecto un grupo de radicales intentó hasta en dos ocasiones reventar la manifestación, compuesta por unas 700 personas.

Los radicales portaban insignias anarquistas y antisistema y en sus proclamas acusaban al Sindicato de Estudiantes de intentar "rentabilizar" el asesinato de Carlos Palomino. Así, llevaban una pancarta en la que podía leerse 'Dejad de aprovecharos de la muerte de Carlos' y proliferaron consignas como 'Sindicato de estudiantes, Sindicato de mangantes', y 'Sindicato de Estudiantes, amarillo es'.

Durante todo el trayecto los policías lograron retener a este grupo de violentos y evitaron que se infiltraran entre los manifestantes. Sin embargo, al final del recorrido frente al Museo Reina Sofía y mientras el presidente del Sindicato de Estudiantes, Juan José López, leía un manifiesto en repulsa por el homicidio del joven, el grupo de unos 30 radicales entró en tromba y provocó una bronca con los cientos de manifestantes.

En ese momento, los antidisturbios entraron en la plaza y disolvieron la pelea con porras. Algunos jóvenes lanzaron botellas, un cartel publicitario de un restaurante cercano y hasta un ladrillo de obra contra los agentes.

Según informó a Europa Press el jefe del operativo policial, uno de los policías tuvo que ser trasladado al hospital Clínica de Madrid por una luxación en el hombro y otro resultó herido leve por contusiones, por lo que fue dado de alta en el mismo lugar por los sanitarios de Samur Protección-Civil desplazados en el lugar.

Asimismo, indicó que un estudiante resultó herido leve en el oído por un petardo que le cayó cerca, por lo que no tuvo que ser desplazado a ningún centro hospitalario.

"MANO NEGRA"

En declaraciones a Europa Press, el representante de los estudiantes, Juan José López, apuntó que el enfrenamiento "se produjo entre un grupo muy minoritario y cuando estaba más controlado, ha entrado la Policía a cargar". En su opinión, lo sucedido "beneficia a los que están planteando que son iguales los fascistas y los que están en contra".

Por ello, López cree que "una mano negra ha conseguido boicotear una manifestación que hasta ese momento estaba siendo un completo éxito". "Vamos a estudiar el caso, nos huele mal. Hay grupos de energúmenos que pretenden criminalizar nuestras protestas, que siempre son un ejemplo de civismo", dijo.

Asimismo, el representante estudiantil convocó para mañana una rueda de prensa para mostrar su repulsa por lo sucedido y explicar "quienes se encuentran detrás de los violentos enfrentamientos en la manifestación".

No obstante, López recordó que de no haber sido por este suceso la marcha habría sido "un auténtico éxito". En la primera parte de la marcha, una joven del Instituto Tirso de Molina, el último en el que estudió Carlos Palomino, leyó un comunicado en recuerdo del joven y denunciando la violencia xenófoba y racista.