Actualizado 27/11/2007 19:32

Los bengalíes encerrados en la Unidad de Extranjeros de Madrid abandonan el edificio y consiguen una cita con Interior


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La treintena de personas encerradas desde las tres de la tarde de hoy en la sede de la Unidad de Extranjeros de la madrileña calle Serrano abandonaron el edificio en torno a las cinco y media, tras conseguir una cita para mañana con el jefe de Gabinete del Ministerio del Interior, Gregorio Martínez, según informó a Europa Press la Red de Apoyo Ferrocarril Clandestino, organización que encabezó la protesta.

Esta actuación tenía lugar mientras otra veintena de personas se encerraban de forma simbólica a la una de la tarde en la parroquia madrileña de San Carlos Borromeo, donde tienen previsto permanecer al menos hasta la noche de hoy, según confirmaron fuentes del colectivo.

El objetivo es reclamar la atención de Interior sobre la "grave situación" que atraviesan 33 personas procedentes de Bangladesh que, tras dos años y medio de permanencia en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, y ante la inminencia de su deportación, escaparon y buscaron refugio en los montes ceutíes. Allí malviven desde hace tres meses, a la intemperie, sin agua ni comida y en condiciones de "insalubridad".

Martínez recibió a la organización el pasado 19 de octubre y se comprometió "a dar una respuesta en un plazo breve de tiempo" a la situación de estas personas, según explicó la portavoz de Ferrocarril Clandestino, Teresa Sánchez. Han pasado cinco semanas y "ante la ausencia de cualquier tipo de respuesta" han decidido movilizarse.

La actuación en San Carlos Borromeo arrancó sobre la una de la tarde y, sobre las tres, el encierro en la Unidad de Extranjeros. Los activistas, acompañados de una representación de la Asociación Española de Bangladesh, vestían antifaces y camisetas con los nombres de los compatriotas escondidos en Ceuta y portaban pancartas que exigían al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba "que diera la cara".

Según relató uno de los miembros del colectivo, aprovechando que "la oficina estaba ya casi vacía, 26 personas entraron y descubrieron sus camisetas y pancartas". Poco después, comenzó "la negociación con la Delegación del Gobierno y la Policía", cuyos efectivos estaban ya desplegados a las puertas del edificio, situado en el número 69 de la calle Serrano.

"El objetivo era no irse hasta que se obtuviera un compromiso de Interior de reunirse de nuevo para hablar de los 33 bengalíes de Ceuta", explican los activistas de la organización que, tras "una negociación" abandonaron el edificio y entraron en contacto telefónico con Gregorio Martínez y concertaron una cita para mañana a las siete y media de la tarde.