Publicado 07/09/2015 17:42

Los bosques han frenado su pérdida de superficie, pero se necesita mejor gestión


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

La superficie forestal sigue en declive al tiempo que crece la población mundial, sin embargo, la tasa de pérdida neta de bosques se ha reducido en un 50 por ciento en los últimos 25 años, según el último informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Así, el informe 'Global Forest Resources Assessment 2015' publicado este lunes en el Congreso Mundial Forestal que se celebra en Durban (Sudáfrica), elogia que la atención que ha suscitado en los últimos años la gestión forestal sostenible "nunca ha sido tan alta". De hecho, en el último cuarto de siglo se han ampliado las áreas protegidas, se han ampliado las medidas de seguimiento, planificación, ha incrementado la legislación y el marco jurídico en favor de una gestión forestal sostenible.

Sin embargo, en 1990 el mundo contaba con 4.128 hectáreas forestales mientras que en 2015 este área ha descendido hasta los 3.999 millones de hectáreas, lo que supone pasar de ocupar el 31,6 por ciento de la superficie total mundial en 1990 al 30,6 por ciento en 2015.

Para la FAO, los cambios forestales ofrecen una fotografía de cómo están cambiando también el uso de los recursos que proporcionan. Por ejemplo, el estudio señala que los cambios en las plantaciones forestales ayudan a entender las modificaciones en la cesta de productos forestales de los bosques naturales y de los bosques plantados.

La pérdida total de bosques es de 129 millones de hectáreas en 25 años, lo que supone una superficie aproximada como el tamaño de Sudáfrica. Sin embargo, el ritmo de la pérdida ha bajado sensiblemente, del 0,18 por ciento en 1990 al 0,08 por ciento en el último cuarto de siglo.

El documento destaca que la mayor pérdida de superficie forestal se ha producido en los bosques tropicales, sobre todo en Sudamérica y en África, aunque la pérdida se ha frenado en los últimos cinco años. El declive per cápita ha pasado de 0,8 hectáreas por persona a 0,6 hectáreas desde 1990.

Por tipología forestal, el 93 por ciento son bosques naturales y el 7 por ciento son plantaciones. Desde 2010 a 2015 los naturales han experimentado una pérdida neta de 6,6 millones de hectáreas al año, frente a la pérdida de 8,5 millones de hectáreas al año que se producía entre 1990 al año 2000.

Además, las plantaciones forestales han crecido en 110 millones de hectáreas desde 1990 y supone el 7 por ciento de la superficie forestal mundial. El estudio apunta también que la superficie forestal mundial ha crecido a un ritmo de 3,6 millones de hectáreas anuales.

El pico máximo se alcanzó entre 2000 y 2010 cuando el aumento fue de 5,2 millones de hectáreas al año y aminoró hasta los 3,1 millones de hectáreas entre 2010 y 2015 debido al descenso de plantaciones en el este de Asia, Europa, norte América y el sur y el sureste asiático.

En cuanto a la producción y el consumo de madera, el informe indica que en general ha crecido durante los últimos 25 años, sobre todo por el aumento del biofuel, que sigue siendo alto. En 1990 los productos derivados de la madera produjeron 2.800 millones de metros cúbicos, de los cuales el 41 por ciento se destinaron al biofuel. Sin embargo, la madera talada alcanzó los 3.000 millones de metros cúbicos, de los cuales el 49 por ciento se destinaron al biofuel.

Por otro lado, en 2015 aproximadamente el 30 por ciento de los bosques del mundo se destinó a la producción forestal, un crecimiento leve respecto al 28 por ciento de 1990.

CASI LA MITAD SE DESTINA A BIOFUEL

En cuanto a la conservación de la biodiversidad representa el primer objetivo de la gestión para el 13 por ciento de los bosques del mundo y, desde 1990, unos 150 millones de hectáreas forestales han sido incorporadas a la categoría de conservación. En total, los bosques protegidos para la protección de suelo y agua representan el 25 por ciento del total.

Otro de los valores principales de los bosques recogido por el informe de la FAO, el de la absorción de carbono, apunta que en los últimos 25 años, se ha reducido en 17,4 las gigatoneladas de CO2 absorbidas a causa, sobre todo de la reconversión de la tierra a otro s usos y a la degradación forestal.

En definitiva, el documento expone los cambios registrados por los bosques del mundo en los últimos 25 años y subraya que estos han cambiado de forma muy dinámica y diversa.

Además, señala como los países han adquirido un mayor conocimiento sobre sus propios recursos forestales y como resultado de esto ha sido posible realizar una mejor fotografía del estado de estos y sus cambios a nivel mundial.

El estudio concluye que la tasa de pérdida forestal está en declive y que los indicadores revelan indicadores positivos sobre la gestión forestal. Al mismo tiempo advierte de que aún queda importantes retos.

La organización lamenta que la existencia de políticas, legislación y regulación no siempre va acompañada de medidas, incentivos y refuerzos efectivos. Por ello, la FAO aboga por que los países sigan realizando progresos sustanciales en la gestión forestal y recuerda que es necesario seguir realizando esfuerzos en la gestión forestal en beneficio de las generaciones actual y futuras.

BATERÍA DE MEDIDAS DE WWF

Tras la publicación del documento, WWF, presente también en el Congreso Forestal Mundial ha pedido a los líderes forestales que aporten "soluciones innovadoras" contra la deforestación y la degradación forestal y frenar la "elevadísima presión" que sufren el suelo y los bosques del mundo.

El director del Programa Global de Bosques de WWF, Rod Taylor, ha subrayado que el estudio confirma la "enorme pérdida" de los bosques tropicales en los últimos 25 años y ha advertido de que la tendencia continuará con pérdidas que se concentran en once frentes de deforestación.

Por ello, ha advertido de que si no se toman medidas "enérgicas y urgentes" se destruirán en solo 20 años unos 170 millones de hectáreas de bosques, el equivalente al tamaño de Alemania, Francia, España y Portugal juntos.

La ONG considera que "no hay una única solución" para detener la pérdida y la degradación de bosques sino que se necesitan un conjunto de medidas que pasan por ampliar las áreas protegidas a fomentar patrones de consumo más sostenibles para lograr que los bosques sobreviven a la "elevadísima presión" que existe sobre el suelo.

En este contexto, apunta que la demanda anual de madera se triplicará en 2050, lo que generará más presión en los bosques y plantaciones que, a su juicio, deben ser gestionadas de forma responsable, ya que pueden reducir la presión sobre las áreas forestales naturales.

La ONG propone también recuperar la cobertura forestal perdida con una combinación de plantaciones, restauración de bosques naturales y el fomento de la agricultura responsable. Mientras, la expansión de las plantaciones debería centrarse en tierras degradadas, al tiempo que se protegen los derechos y medios de vida de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Finalmente, WWF llama a los líderes forestales del mundo a unirse a la campaña Forest For Life porque "ninguna organización puede hacer frente sola al desafío de conservar los bosques".

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