Actualizado 29/03/2013 13:30

El campo de refugiados sirios de Zaatari (Jordania) duplica su capacidad con 120.000 personas, la mitad niños

La Agencia de Cooperación Asturiana, ante la llamada de Mensajeros por la Paz, envía 20 caravanas, una ambulancia y una UVI móvil

ZAATARI (JORDANIA), 29 Mar. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Patricia Erroz) -

El embajador de España en Jordania, Javier Sangro, y el fundador y presidente de Mensajeros por la Paz, el Padre Ángel, han visitado el campo de refugiados sirios de Zaatari (Jordania), situado a una veintena de kilómetros con la frontera de Siria, y en concreto, las 20 caravanas enviadas al campamento por la Agencia asturiana de Cooperación al Desarrollo para ayudar a las cerca de 120.000 personas que allí residen e intentan tener una vida desde el inicio del conflicto armado.

Una media de 1.500 sirios llegan cada día a este emplazamiento, coordinado por las instituciones jordanas en colaboración con ACNUR, la 'rama' de Naciones Unidas que ayuda a los refugiados, aunque desde este pasado lunes se cerró el paso entre ambos países por el peligro de contagio bélico a Jordania, dada la alta conflictividad en una zona muy próxima a la frontera jordana, según han anunciado las propias instituciones del reino hachemita.

Se trata de familias que lo han perdido todo, en su mayoría niños y madres, que han tenido que viajar kilómetros y kilómetros para encontrarse a salvo de la guerra que azota a su país. Según el embajador de España en Jordania, la capacidad del campo de refugiados --inicialmente pensada para 60.000 personas--, ya ha sido sobrepasada, al duplicar su capacidad, ya que en la actualidad se alojan en torno a las 120.000 personas.

De estos, casi el 50% son niños, hasta los ocho años la mayor parte de ellos. Eso sí, todos sin recurso alguno. Este campamento se puso en marcha hace apenas un par de años y, dado que el conflicto bélico en Siria no cesa, el número de refugiados ha ido creciendo día a día de manera "casi desbordante". Antes de Navidad eran cerca de 75.000 las personas que vivían en los campos y ahora casi se duplica esta cifra, según cuenta Mensajeros por la Paz.

Tanto el embajador como el propio Padre Ángel han subrayado la impotencia que se genera al ver a tantas personas con tal falta de necesidades básicas y en una situación de desamparo extrema: lo han perdido todo, desde su casa, hasta gran parte de su familia. Muchos no saben dónde está su padre o su madre, o los han perdido en la guerra, mientras que otros han tenido que dejar a sus abuelos en su tierra por verse incapaces de surcar medio país para poder refugiarse en Jordania y contar los días hasta que caiga una bomba en su casa.

"Se aprecia cómo gran parte de ellos deambulan por el campamento sin saber qué hacer, con rostro de nostalgia y pena por todo lo sucedido", lamentan ambos, al mismo tiempo que ven "más urgente que nunca" que la comunidad internacional intervenga, tanto en este campamento como en otros que rodean la frontera del país, con el envío de ayuda humanitaria, a pesar de que Naciones Unidas, con ACNUR al frente, trabaja incesantemente en sacar adelante a esas personas.

Por su parte, el Padre Ángel ha subrayado "la rabia, el dolor y la impotencia" tras ver la situación de estas personas. "Estos son los tesoros de la Iglesia", califica el Padre en referencia a las miles de personas que allí viven, en palabras del Papa Francisco.

LA COLABORACIÓN DE ASTURIAS

Durante la visita al campamento, tanto el embajador de España como el Padre Ángel han estado acompañados por el Padre Carlos, un palestino que se encarga de Mensajeros de la Paz en la zona de Oriente Medio, así como por Juan Miguel García Alonso, coordinador de proyectos de la organización de Mensajeros, y por la directora de la Agencia asturiana de Cooperación al Desarrollo, Graciela Blanco.

Desde España, Asturias es la única comunidad que, a petición de Mensajeros por la Paz en el mes de noviembre, ha colaborado en la ayuda humanitaria a estas personas, enviando 20 caravanas, una UVI y una ambulancia para el transporte de enfermos, a la espera de más efectivos, según relata Blanco. "Con las heladas y las fuertes lluvias e inundaciones que asolaron el campamento de refugiados en Navidad, el Padre Ángel nos pidió ayuda para llevar caravanas donde pudieran habitar las familias", cuenta la directora de la Agencia de Cooperación al Desarrollo.

En la visita guiada al campamento, la delegación española estuvo escoltada en todo momento por los altos mandos policiales del campo de refugiados, quienes narraron que esta acción humanitaria cuesta a Siria cerca de 550 millones al año y que, si siguen llegando refugiados a este ritmo, a finales de año podrían llegar a suponer el 10 por ciento de la población de Jordania, que actualmente tiene seis millones de habitantes (la misma cifra que Madrid).

Es más, explica que cuando llegan las personas a las frontera del país son trasladadas en autobús hasta Zaatari, en el registro les hacen entrega de una cartilla y, en función del número de personas que sean en la familia, les entregan una determinada tienda con el logo de 'ACNUR' o bien una de las nuevas caravanas, resistentes al temporal, que están llegando de la ayuda internacional, de países como Corea o Arabia Saudí, por ejemplo.

Dado que ya se ha duplicado la capacidad del campo están trabajando además día y noche en ampliar el campo para albergar otros dos campamentos de refugiados. "Se organizan como ciudades y tienen un superior y un juez a los que acuden si existe algún problema", explica el superior de policía.

Al mismo tiempo, relata que, para evitar incendios en las tiendas --ya se han producido varios--, se han construido unas casas con ladrillos de cemento para que las mujeres se concentren ahí y cocinen, sin peligro de crear ningún altercado. La escuela del 'poblado' se destruyó en Navidades con las inundaciones y el temporal. El clima del campamento pueden alcanzar los 40 grados durante el día y los diez grados bajo cero por la noche, señala, a la vez que indica que se precisan tres millones y medio de litros de agua al día, que se traen en cerca de 170 tanques, mientras que otros 20 funcionan para aguas residuales.

Por otro lado, señala que la cooperación alemana se encarga de recoger las basuras generadas gracias a la donación de 17 camiones de basura, mientras la FAO es la que, mediante una cartilla, proporciona los alimentos a las familias. Se reparten igualmente 25 toneladas diarias de pan de pita para las familias, que duermen en colchonetas que durante el día apilan para poder tener espacio en las casetas.

Mensajeros de la Paz ha editado un documental con varios niños iraquíes, palestinos y sirios refugiados en Jordania, llamado 'Quiero irme a casa', para sensibilizar en las escuelas a los niños asturianos sobre el problema.

Jordania es uno de los pocos países del mundo que no reconoce el estatuto del refugiado y en torno al 70% de la población del país es desplazada. Precisamente, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, visitó Jordania la semana pasada y, aunque no acudió al campo de refugiados de Zaatari, sí prometió una partida adicional de 200 millones de dólares de ayuda a los refugiados sirios.