MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cáritas y Manos Unidas han lamentado que "la realidad del hambre sigue ofreciendo una imagen desigual", ante el fin de la campaña 'Una sola familia humana, alimentos para todos', auspiciada por el Papa Francisco y desarrollada en todo el mundo por Cáritas Internationalis. En cualquier caso, aseguran que "acabar con el hambre en el mundo es posible".
Desde su lanzamiento, el 10 de diciembre de 2013, Cáritas y Manos Unidas han sumado sus esfuerzos en España para impulsar los objetivos de esta iniciativa, centrada en avanzar hacia la erradicación del hambre en todo el mundo.
Para ambas organizaciones, los resultados obtenidos en estos dos años implican "continuar trabajando con determinación y de manera muy activa para asegurar que en 2030 todas las personas tengan acceso a una alimentación sana, nutritiva y suficiente; a poner fin a todas las formas de malnutrición; a incrementar la resiliencia de las comunidades; a duplicar la productividad agrícola, y a adoptar medidas que aseguren el buen funcionamiento de los mercados de alimentos".
En este sentido, hacen alusión al 'Estudio sobre la Seguridad Alimentaria' impulsado por Cáritas Internationalis dentro de la campaña, en el que se identifican los ejes que deben sustentar las estrategias a corto y medio plazo en la lucha contra la inseguridad alimentaria, como atajar la falta de recursos a la que se enfrentan los pequeños agricultores, abordar la baja productividad agrícola y atenuar el impacto del cambio climático.
Por ello, Manos Unidas y Cáritas se comprometen a seguir trabajando para fortalecer un modelo de cooperación fraterna con las comunidades y las Iglesias locales de todos los países del mundo donde están presentes, basado en el impulso de medidas que permitan que el derecho a la alimentación sea una realidad para las personas más vulnerables, con buenas prácticas dirigidas a impulsar la agricultura a pequeña escala y dar mayor protagonismo al liderazgo de las mujeres en las comunidades locales.
Ambas organizaciones también insisten en desarrollar, en paralelo, acciones de incidencia social y política que permitan fortalecer el diálogo entre la sociedad civil y los gobiernos para mejorar las políticas públicas, el marco legal y los sistemas productivos que garanticen la seguridad alimentaria.
"QUEDA MUCHO POR HACER"
Según los impulsores de la campaña, los frutos conseguidos en el marco de este proyecto "han sido esperanzadores, pero todavía queda mucho por hacer" ya que, como señala la FAO en su Informe 2015 sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, a fecha de hoy 795 millones de personas siguen siendo víctimas del hambre en el planeta.
En cualquier caso, mientras que la zona de África subsahariana padece la mayor prevalencia de subalimentación y Asia, la región más poblada del planeta, sigue teniendo el mayor número de personas subalimentadas, indican que América Latina y el Caribe registran rápidos avances en la reducción del hambre, sobre todo en el sur del continente.
Por este motivo, el objetivo de la erradicación del hambre sigue siendo para Manos Unidas y Cáritas "un imperativo", y hacen alusión a la inclusión en la nueva agenda de desarrollo sostenible, aprobada en Nueva York recientemente, de un objetivo específico en el que los países firmantes se proponen "poner fin al hambre en 2030, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible".
