Actualizado 08/05/2013 15:42

CCOO, Greenpeace y WWF presentan un plan para que en 2020 el tren sea "motor económico y social de futuro"

Vías de tren
EUROPA PRESS


MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

Las organizaciones Comisiones Obreras (CCOO), Greenpeace y WWF han presentado este miércoles el 'Plan Tren 2020', que propone un nuevo modelo de transporte basado en el tren para que el ferrocarril se convierta en 2020 en un "motor económico y social de futuro".

El informe del proyecto, que ha sido realizado con la Asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP), plantea una combinación de planes de servicio (2013-2020) y actuaciones en la infraestructura (2013-2030) con el objetivo de contribuir a optimizar la política de infraestructuras y servicios del Estado para potenciar más el ferrocarril.

La propuesta, según el informe, supone un ahorro anual de 2.000 millones de euros respecto a los planes del Gobierno, al que le piden que apueste por el tren como "motor económico y social".

Además, recuerdan que por sus características energéticas, de capacidad y de seguridad, el ferrocarril es un elemento "clave" para mejorar la situación ambiental y social del transporte, que actualmente depende "en exceso" de la carretera y de los combustibles fósiles para el transporte de viajeros (en coche) y de mercancías (en camión).

Por ello, plantean que el Plan Tren 2020 es un elemento de debate ambiental social y territorial que está abierto a toda la sociedad y con la mirada puesta en Europa, ya que no plantea una ruptura con la planificación vigente pero sí una reorientación ya que plantea situar al ferrocarril como "columna vertebral del transporte público español" y potenciar el transporte de mercancías en España sobre líneas mixtas.

Al mismo tiempo, sitúan el ferrocarril como una fuente de ahorro energético respecto a la carretera y cuestionan la opinión de que la alta velocidad debe llegar a todos y que infravalora aspectos clave para captar usuarios de la carretera y el avión.

El Plan incluye un análisis que determina que España no necesita más infraestructuras de alta velocidad sino poner el acento en la movilidad cotidiana y aportar soluciones imaginativas y económicas para competir con al carretera y el avión.

Igualmente, estas organizaciones añaden que los planes de infraestructuras deben superar la actual concentración de inversiones en la alta velocidad para favorecer las de la red convencional.

Finalmente, defienden que con una mayor adaptación a la demanda, una mejor gestión energética e introduciendo cambios en el diseño de los vehículos, el tren puede acercarse a las emisiones cero de CO2. "Los planes de infraestructuras deberían estar más sujetos a objetivos ambientales y sociales, con inversiones más moderadas y una financiación creíble que permitan sortear la crisis energética y ambiental", concluyen las organizaciones.