Actualizado 29/01/2010 18:24

CEAR celebra que España "por fin" reasiente refugiados, aunque considera que 75 en un año es una cifra "muy baja"


MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Alfredo Abad, celebró hoy que España "por fin" vaya a reasentar a personas refugiadas en países que ya no pueden protegerles, aunque apuntó que la cifra fijada por el Ejecutivo para 2010, 75 personas, es "muy baja".

En declaraciones a Europa Press, Abad explicó que desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Asilo y Refugio el pasado mes de noviembre, el Gobierno ha mantenido reuniones con las principales ONG encargadas de este asunto en España para discutir las cuotas de reasentamiento y los plazos.

"Nos ofrecieron el reasentamiento de 350 personas en unos cuatro años y a las organizaciones nos parece una cifra muy baja. El haber marcado 75 reasentamientos para 2010 significa que han subido un poco respecto del primer anuncio, pero sigue siendo muy baja", apuntó.

En este sentido, explicó que si la cuota para este año se compara con la de países que tradicionalmente han reasentado refugiados, como Estados Unidos, Canadá o Australia, "la cantidad fijada por España es insignificante" y, si se contrasta con la de los países del entorno europeo "también hay una diferencia grande".

"Podríamos alegar inexperiencia, pero lo cierto es que ya tenemos dispositivos suficientes en el sistema de acogida para dar cabida a más personas. Es verdad que eso implica destinar recursos y que la Unión Europea sólo va a financiar una parte, pero podríamos hacerlo", señaló.

Según dijo, en España, la posición de las ONG implicadas con la protección de los refugiados, como ACCEM o Cruz Roja, es "muy positiva" respecto al reasentamiento "porque es una solución para personas sin salida establecida con unos criterios muy claros marcados por el Alto Comisionado de la ONU (ACNUR) para los refugiados y que ofrece una salida para gente cuya vida ya no tiene más caminos".

Con todo, advirtió de que el hecho de empezar a acoger refugiados por cuotas no puede implicar que dejen de aceptarse las solicitudes de asilo o refugio que se cursan en los puestos fronterizos españoles porque se trata de dos sistemas de protección que "nunca tienen que ser sustitutivos, sino complementarios".