MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La asociación Colegas, que trabaja por la igualdad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales aplaudió hoy que, por primera vez en la historia, se haya celebrado el Día Internacional contra la homofobia en el fútbol, con el apoyo de la red europea contra la intolerancia en el Fútbol (FARE), aunque lamentaron que "ninguno de los futbolistas gays de la liga profesional ha salido del armario públicamente todavía".
En este sentido, la organización señaló que la celebración del día 19 de febrero coincide con la fecha de nacimiento del único futbolista profesional que ha reconocido su homosexualidad públicamente hasta el momento, Justin Fashanu.
En concreto, COLEGA-JAÉN ha difundido durante todo el mes de febrero la campaña 'Sácale tarjeta roja a la homofobia' en escuelas deportivas y campos de fútbol de la provincia, para invitar a los hinchas a eliminar el lenguaje homófobo y términos como "maricón", "nenaza" o marimacho y a denunciar conductas agresivas o discriminatorias que se produzcan en la grada.
Además el colectivo invita en este día a los futbolistas gays a "dejar de esconder a sus novios y salir públicamente del armario para ser referentes positivos para la juventud, igual que lo son la mayoría de jugadores heterosexuales". Asimismo, COLEGA-JAÉN anima a los hinchas homosexuales a acudir sin miedo a los estadios, con sus parejas y familias.
"La homofobia en el fútbol no es un problema de los gays y las lesbianas, sino de toda la comunidad deportiva", afirmó Gonzalo Serrano, presidente de COLEGA-JAÉN. Entre otras acciones, COLEGAS ha solicitado a algunos clubes de fútbol la adopción de claúsulas anti-discriminación y pro-tolerancia en sus reglamentos, que formen a sus guardas para que impidan el acceso a personas de extrema derecha al estadio y que eliminen cualquier pintada que incite al odio.
Al mismo, tiempo, en el Reino Unido se está llevando a cabo una campaña mediática contra la homofobia en el fútbol que incluye un anuncio televisivo que pretende hacer ver que los insultos son inaceptables en la vida cotidiana y que, por tanto, también deberían de serlo en las gradas de los estadios de fútbol.
