Actualizado 18/05/2010 16:25

Los conflictos de larga duración tienen consecuencias que no figuran en "titulares de prensa", según CICR

La organización se pregunta cómo habrían evolucionado Afganistán y Somalia si hubieran tenido "paz y progreso"


GINEBRA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido de que las consecuencias de los conflictos armados de larga duración "van mucho más allá de los titulares de prensa" y se ha preguntado cómo habrían evolucionado las sociedades y las economías de países como Afganistán y Somalia "si en todos estos años hubiera habido paz y progreso en lugar de sangre y devastación".

"Los períodos prolongados de violencia armada causan una serie de problemas graves que precisan una acción humanitaria continua, flexible y multifacética", afirmó el Comité con motivo de la presentación de su Informe Anual, en el que pasa revista a las operaciones realizadas el año pasado en 80 países del mundo.

"Las consecuencias que entrañan los conflictos de larga duración van mucho más allá de lo que solemos leer en los titulares de la prensa", aseguró este miércoles el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, durante la presentación del Informe Anual en Ginebra.

"La incertidumbre que se siente por no poder regresar a casa durante años o la monotonía de caminar horas, días tras día, para ir a buscar agua, no son noticia", prosiguió. "Lo que capta la atención de la opinión pública es la efusión de sangre y las balas; sin embargo, cuando la atención de la opinión pública pasa a otra cosa, los problemas no se acaban, ni tampoco nuestra labor humanitaria", añadió.

Al respecto, el CICR expuso los ejemplos de Afganistán y Somalia, donde "el caos de la guerra y la incertidumbre que ésta genera han socavado lentamente las perspectivas de estabilidad y crecimiento en los ámbitos económico, social, científico, educacional y político".

"Además de las bombas y los ataques, la población ha tenido que soportar, durante decenios, el desplazamiento, la insuficiente o inexistente atención de salud, las restricciones impuestas a la circulación de personas, la humillación, el desempleo, la desesperanza, la separación de sus familiares, una creciente dependencia de la ayuda y la competición por unos recursos cada vez más escasos", declaró Kellenberger.

"Me pregunto cómo se verían hoy Afganistán y Somalia, cómo habrían evolucionado sus economías y sociedades, cuántos niños más irían a la escuela, si en todos estos años hubiera habido paz y progreso, en lugar de sangre y devastación", agregó.

PROBLEMAS CRÓNICOS Y A CORTO PLAZO

En el Informe Anual, el CICR destaca que las víctimas de los numerosos conflictos armados modernos afrontan un complejo conjunto de problemas específicos, tanto crónicos --pobreza, malnutrición y falta de escolarización, de empleo o de atención de salud -- como a corto plazo en ámbitos como la seguridad, la alimentación, el agua, el alojamiento y la ayuda médica.

"En el informe se expone tan sólo una idea del sufrimiento que ha soportado la gente en lugares como Afganistán, Colombia, Filipinas, Irak, Israel y los territorios ocupados, Somalia y Sudán", declaró el presidente del CICR. En 2009, las operaciones de mayor envergadura que realizó la organización fueron las de Irak, Sudán, Pakistán y Afganistán, que representaron casi un tercio del total de gastos del Comité.

"Si examinamos los informes anuales de los últimos diez, veinte o incluso treinta años, nos damos cuenta de que en muchos de esos lugares ya había enfrentamientos o estaban a punto de estallar", prosiguió. "Lo que más me preocupa es el efecto acumulativo devastador que produce este conjunto particularmente pernicioso de conflictos en todas las generaciones", manifestó.

Kellenberger precisó que, por el hecho de "estar presente a largo plazo" y mediante una presencia permanente en el terreno, el CICR ha podido comprender y satisfacer de manera más eficaz las graves y persistentes necesidades de la población en los países asolados por los conflictos.

Según el presidente del CICR, "la índole interminable" de las guerras e insurrecciones implica que las organizaciones humanitarias deben estar "preparadas para prestar diversos tipos de asistencia durante períodos más largos".

Como parte de su acción realizada en 2009, el CICR fortaleció la cooperación sobre el terreno con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que están bien arraigadas en las comunidades locales, "velando así por una mayor cercanía con las personas necesitadas, sobre todo en las zonas de difícil acceso", informó la organización.

Asimismo, Kellenberger instó a los Gobiernos a que redoblen sus esfuerzos para reducir al mínimo las consecuencias humanitarias de los conflictos armados y otras situaciones de violencia en la población civil y advirtió de que es necesario ejercer más presión a fin de garantizar que las partes contendientes se atengan al Derecho Internacional Humanitario.