MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
CIDSE y Caritas Internationalis, que representan a más de 180 agencias católicas de desarrollo del Norte y del Sur, entre las que se encuentra Manos Unidas, piden que en la Cumbre del Clima, que se celebrará este mes en Copenhague, se llegue a una solución "justa, eficaz y vinculante", así como que se ponga las necesidades de los pobre en primer plano.
Así, piden que los países desarrollados se comprometan, por lo menos, con 195 mil millones dólares (alrededor de 131 millones de euros) de su financiación pública, para el año 2020, para apoyar a los países en desarrollo en sus procesos de adaptación frente los impactos del cambio climático y en su desarrollo sostenible. Esta financiación debe ser complementaria a sus compromisos en Ayuda Oficial al Desarrollo y debe ser entregada de forma segura y predecible.
Además, consideran necesario un compromiso global por mantener el calentamiento global muy por debajo de los dos grados centígrados y para lograr un nivel estable de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera de 350ppm.
En este sentido, los países desarrollados, como grupo, deben acordar un objetivo de reducción en la emisión de gases de efecto invernadero de un 40 por ciento menos con respecto a los niveles de 1990 para el año 2020. Por último, solicitan que los resultados de Copenhague sean jurídicamente vinculantes y legalmente ejecutables.
SALVAR A LAS FAMILIAS DEL CAOS CLIMÁTICO
"Los líderes mundiales deben aceptar compromisos vinculantes en la reducción de los gases de efecto invernadero y en el pago de los daños que el cambio climático está teniendo en las comunidades pobres. Se debe establecer una nueva visión con una responsabilidad compartida de la Tierra. Todos debemos vivir con estilos de vida más sostenibles y menos consumistas", apuntó la Secretaria general de Caritas Internationalis, Lesley-Anne Knight.
Por su parte, el secretario general de CIDSE, Bernd Nilles, critica los recientes movimientos políticos y de los medios de comunicación que "tratan de restar importancia a las expectativas sobre el resultado de las conversaciones".
Las agencias católicas enviarán a la cumbre obispos y representantes de 25 países para instar a los gobiernos a que aprovechen esta ocasión "única" para "salvar a la familia humana de un futuro de caos climático". Los representantes provienen de México, Zambia, Sudáfrica, América del Norte, las Islas del Pacífico, Mozambique, Kenia, y Europa.
