MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo informe realizado por la Oficina de Seguridad para las ONG en Afganistán (ANSO) y publicado este miércoles afirma que el número de personal local de ONG que murió violentamente en este país descendió notablemente en 2009 respecto al año anterior, ya que sólo 19 cooperantes, todos de nacionalidad afgana, murieron en los 172 incidentes registrados, un descenso respecto a 2008, cuando se produjeron 31 muertes.
Este descenso en bajas de personal de ONG coincide con el anuncio de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) que explicaba que un número mayor de civiles (2.412) murieron en el conflicto, en gran medida a manos de los insurgentes, una cifra mayor que los años anteriores.
"El número de muertes de personal de ONG tiende a variar cada año sin una pauta evidente", aseguró el director de ANSO, Sebastien Hogan, añadiendo que la seguridad de las ONG no está vinculada al conflicto.
Al tener "presencia" en al menos el 97 por ciento del país, los insurgentes están detrás de al menos 114 incidentes de seguridad relacionados con las ONG. Los grupos criminales están implicados en otros 49 incidentes.
"Los afganos son más susceptibles a sufrir incidentes de seguridad porque trabajan y viajan en más zonas de alto riesgo y están más expuestos a la delincuencia en general", explicó Hogan, en referencia a que todos los fallecidos fueran de nacionalidad afgana. Los trabajadores internacionales de las ONG son aún objetivos primarios, pero no está vinculado a su estatus de trabajo.
Por eso, los trabajadores locales de las ONG son especialmente vulnerables y sufren más bajas en "las nuevas zonas de conflicto" que no están controladas por ninguna parte enfrentada, según el informe, que rechaza la idea de que las ONG no trabajan en las zonas controladas por los insurgentes.
"La neutralidad y la aceptación local, más que la contrainsurgencia militar, se han convertido en los factores claves para la seguridad de las ONG en el país", indica.
Así, la implicación de Naciones Unidas en proyectos como los últimos comicios ha provocado ataques directos contra la ONU, indica el informe, que señala el ataque del pasado 28 de octubre contra una casa de huéspedes en el que murieron cinco miembros del personal de la ONU.
Respecto a la neutralidad, algunas agencias humanitarias han expresado su preocupación por lo que llaman la "militarización" de la ayuda, militarización hecha por algunos de los principales donantes en Afganistán, un hecho que afecta gravemente su neutralidad e imparcialidad.
El director para este país de la ONG CARE, Lex Kassenberg, afirmó que las ONG tienen que construir y mantener buenas relaciones con las comunidades que se benefician de la ayuda, algo que muy a menudo requiere tiempo. "Algunos donantes no aprecian esto", aseguró Kassenberg, quien añadió que la confianza mutua y la aceptación local son críticas para la seguridad de las ONG.
