Actualizado 26/02/2010 19:27

El Gobierno keniano fomenta la hostilidad hacia inmigrantes para tapar sus errores, según una experta


MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades kenianas, que arrestaron a 1.200 etíopes y somalíes en una operación contra inmigrantes irregulares, está fomentando en Kenia la hostilidad contra los inmigrantes para "desviar la responsabilidad de sus propios errores" de cara a las elecciones de 2012, según aseguró la investigadora del Instituto de Estudios de Seguridad, Deborah Osiro a la agencia de noticias de la ONU, IRIN.

Los inmigrantes arrestados tras las manifestaciones contra la detención y posterior deportación del clérigo islamista radical, Abdullah al Faisal, fueron acusados de permanencia ilegal y de carecer de los documentos adecuados, según informó el Servicio de Jesuitas a Refugiados (JRS, en sus siglas en inglés).

"Durante las redadas contra los refugiados somalíes, parece que los kenianos han colaborado con la policía en la identificación de somalíes, asegurándose de su detención, esperemos que la situación no se degrade en ataques xenófobos en el futuro", apuntó la directora del Programa de Emergencia Urbana del JRS, Irene Waweru.

El 90 por ciento de los casos en los que intervino el Consorcio para los Refugiados de Kenia (RCK), del JRS, acabaron con la liberación del arrestado, aunque los jesuitas indican que aún quedan "unos pocos" bajo custodia y "continúan produciéndose detenciones". Las autoridades kenianas revelaron que los detenidos "serían tratados de acuerdo a la ley" y negaron cualquier acusación de racismo.

Al comenzar el operativo, muchos de los refugiados abandonaron Nairobi en dirección a poblaciones lejanas como Kitengela y Kajiado. Asimismo, muchos kenianos de etnia somalí fueron arrestados y sus denuncias durante las detenciones "podrían haber sido el factor que ha permitido suavizar la situación", a juicio del JRS.

Kenia ha sido tradicionalmente un refugio "seguro" para los refugiados que huían de los países vecinos. Sin embargo, en los últimos años, ha aumentado la cifra de refugiados que se han dirigido hacia las áreas urbanas y la vida es "cada vez más hostil" para los refugiados, tal y como señalan los jesuitas.