Actualizado 14/05/2015 13:58

Greenpeace pide prohibir los plaguicidas porque pueden causar enfermedades

MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -

   La organización ecologista Greenpeace exige con urgencia la eliminación progresiva de los plaguicidas químicos de síntesis y el apoyo a la agricultura ecológica, debido al peligro que pueden suponer para la salud, sobre todo la de los agricultores y sus familias, que están más expuestos a estos riesgos.

   El informe 'Los plaguicidas y nuestra salud: una preocupación creciente' recuerda que la exposición a ciertos plaguicidas está asociada con diferentes tipos de cáncer, parkinson, alzheimer y enfermedades que afectan los recién nacidos y a los fetos, ya que también podrían provocar abortos.

   Así, el estudio identifica dos grupos "especialmente" vulnerables a los riesgos para la salud derivados de la exposición a los plaguicidas. Estos son, por un lado, los agricultores, sus familias y las personas que viven en regiones con agricultura industrial intensiva. Y por otro, destaca el peligro que suponen para fetos y bebés.

   El informe revisa la literatura científica existente y demuestra que hay una "clara evidencia de que la exposición a ciertos plaguicidas está asociada con diferentes tipos de cáncer (próstata, pulmón, leucemia); enfermedades neurodegenerativas (párkinson y alzheimer); retraso cognitivo y menor inteligencia; alteraciones en el comportamiento, en particular problemas de atención e hiperactividad; reducción del peso y tamaño al nacer y ocurrencia de malformaciones congénitas; abortos involuntarios; alteraciones del sistema inmunológico y hormonal; y otras enfermedades como el asma.

   Además, añaden que estos tóxicos puede alterar la expresión genética, por lo que se pueden transmitir los efectos incluso a generaciones no expuestas a los plaguicidas, incluso después de que hayan sido prohibidos.

   Los plaguicidas autorizados actualmente en los campos europeos pueden plantear una amplia gama de problemas de salud a través de la exposición ya sea desde el trabajo directo con sustancias tóxicas o através de la alimentación.

   Greenpeace publica el documento tras la reciente decisión de la Organización Mundial de la Salud de reclasificar el glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo, como un probable carcinógeno humano, después de que este producto químico haya estado en uso durante muchas décadas.

   Para el responsable de agricultura de Greenpeace, Luís Ferreirim, es "una vergüenza" que los que producen los alimentos sean los que más sufren debido al uso masivo de plaguicidas en los campos.

   "Los agricultores y sus familias llevan en sus cuerpos la carga tóxica del fallido sistema de la agricultura industrial. Este informe muestra claramente que los plaguicidas nunca se pueden considerar seguros y demuestra una vez más que es urgente avanzar hacia la agricultura ecológica", ha apostillado.

LOS NIÑOS, GRANDES AFECTADOS

   La salud de los niños está en mayor riesgo debido a las distintas vías de exposición a los químicos en el hogar, la alimentación y el medio ambiente. Los pequeños tienen tasas más elevadas de exposición y sus cuerpos metabolizan más lentamente. En los plaguicidas que son tóxicos para el sistema nervioso se incluyen los organofosforados y algunos plaguicidas carbamatos, piretroides y los neonicotinoides.

   Según el documento, incluso a niveles bajos de exposición, algunos de estos productos químicos pueden inducir problemas de salud de larga duración. "Los argumentos son suficientemente convincentes, por ello es urgente reducir la exposición humana a estas sustancias químicas peligrosas", señala la ONG en un comunicado.

   Por ello, ante la preocupación creciente por el uso generalizado de plaguicidas en Europa, Greenpeace pide a la Comisión Europea y los responsables políticos de toda Europa que eliminen "con urgencia" el uso de los plaguicidas químicos de síntesis en la agricultura.

   "Necesitamos urgentemente que la investigación pública se dirija hacia la agricultura ecológica para apoyar a los agricultores a que se alejen de la actual dependencia de los productos químicos sintéticos. Es hora de adoptar técnicas basadas en el incremento de la biodiversidad para el control de plagas y mejora de las tierras de cultivo, los ecosistemas y la salud de los agricultores", ha concluido Ferreirim.

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