Actualizado 17/12/2013 21:24

Recogidos 1.600 animales silvestres en la campaña de GREFA

Pollos de vendejo huérfanos recogidos y llevados al hostipal de GREFA
Foto: GREFA

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

    El Hospital y Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, gestionado por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), ha tratado, entre los meses de abril y agosto de este año, un total de 1.587 animales salvajes huérfanos con fondos propios y "alguna" ayuda privada, por lo que "reclama" un "mayor apoyo económico" por parte de las administraciones a esta labor "que genera biodiversidad", según ha informado la organización.

   El centro, situado en la localidad de Majadahonda, en Madrid, recibió durante la temporada reproductora de la fauna silvestre, "gran cantidad" de polluelos de aves y crías de otros animales recogidos por ciudadanos que los habían encontrado, de los que 1.110, el 70 por ciento de los ingresos, pudieron ser devueltos a su hábitat natural completamente recuperados, según ha indicado la asociación.

   Así, la especie más habitual ha sido el vencejo, con 469 ejemplares (un 30 por ciento del total), seguido por el  ánade real, con 225 ingresos, gorrión común (130), urraca (129), grajilla (71) y avión común (69). Además, también se ha atendido a crías de mamíferos como erizos, zorros, ardillas o corzos, entre otros.

   La coordinadora de la campaña de animales huérfanos de GREFA, Isabel Moreno, ha explicado que todas las primaveras y veranos resultan ser los de mayor actividad por este motivo y es necesario montar un "verdadero hospital de campaña" para poder atender a diario a "decenas y decenas" de ejemplares que ingresan.

   Por otro lado, la posterior liberación, realizada por voluntarios y profesionales de GREFA formados para ello, se hace mediante la "suelta directa", indicada para aves pequeñas como vencejos, aviones, golondrinas, gorriones, palomas torcaces, mirlos o estorninos; o bien mediante 'hacking' o crianza campestre, que implica emplazar al animal en un jaulón, caja-nido u otro habitáculo en el propio lugar de suelta, aportándole comida durante unos días de adaptación, hasta su liberación definitiva. Este método se utiliza sobre todo con aves rapaces.

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