MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cruz Roja Española centrará su asistencia a los damnificados por el terremoto del pasado 12 de diciembre en Léogane, localidad de 134.000 habitantes situada al oeste de Puerto Príncipe y donde el 90 por ciento de los edificios se vinieron abajo, sin desatender otras zonas afectadas.
"Las necesidades más inmediatas son de agua potable, letrinas y gestión de basuras", explicó el delegado de Cruz Roja Española en Haití, Germinal Castillo. "Más de 20.000 personas se encuentran en albergues temporales y el sistema de distribución de agua ha sido destruido y las personas obtienen agua de pozos", precisó en un comunicado.
Así las cosas, la organización ya ha distribuido más de 234.000 litros de agua a centros hospitalarios y población en general a través de una flota de 13 camiones cisterna y ha instalado en Léogane su Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento,
enviada desde España. Dicha unidad incluye cinco plantas potabilizadoras y tiene capacidad para dar agua segura a una población de hasta 15.000 personas por día.
"El agua es prioritaria en estas primeras fases de la emergencia y resulta clave para evitar la aparición de epidemias, de ahí el esfuerzo de esta intervención, sin olvidar necesidades que estamos cubriendo como la atención sanitaria, el cobijo o la gestión de
cadáveres", subrayó por su parte Iñigo Vila, responsable de Emergencias de Cruz Roja Española.
No obstante, subraya Castillo, pese a los esfuerzos de las distintas agencias humanitarias que operan en Haití, siguen siendo
precisos más esfuerzos de apoyo internacional. "La ayuda humanitaria se está canalizando a quien más lo necesita, pero es necesario priorizar a los más vulnerables y, fundamentalmente, recabar más apoyos porque las necesidades son ingentes", afirmó. "Es una operación y una ayuda importante, muy importante, pero aún insuficiente", remachó.
La operación de Cruz Roja Española forma parte de la amplia campaña de ayuda humanitaria puesta en marcha por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y constituye la segunda mayor operación de ayuda de toda su historia, tras el tsunami que asoló el sur de Asia en diciembre de 2004.
