Actualizado 17/12/2013 22:31

HRW acusa al régimen y a los rebeldes de estar bloqueando la ayuda humanitaria para los civiles


NUEVA YORK, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha acusado al régimen que preside Bashar al Assad y a los rebeldes de estar bloqueando la llegada de ayuda humanitaria a los civiles afectados por el conflicto que sufre Siria desde hace más de dos años, por lo que ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que adopte una resolución para poner fin a esa situación de desprotección de las víctimas de la guerra.

"La gente en Siria está desesperada para obtener alimentos, refugio y tener acceso a sanidad", ha asegurado el director de HRW encargado de temas de la ONU, Philippe Bolopion. "El acceso a las comunidades sitiadas es una prueba de fuego para mostrar un cambio real en los esfuerzos de ayuda y el Consejo de Seguridad debe dejar claro que Siria está fallando esa prueba", ha añadido.

A pesar de que el Consejo de Seguridad emitió una petición presidencial no vinculante el pasado 2 de octubre sobre la situación humanitaria, las organizaciones de asistencia han informado de que el Gobierno sirio continúa prohibiendo el acceso.

Activistas sirios a los que HRW ha entrevistado han asegurado que durante meses, zonas como Muadamiya, Ghouta Oriental o el sur de Damasco han estado bloqueadas, sin electricidad y sin comunicaciones, por lo que las agencias humanitarias no han podido entregar alimentos ni medicinas al sector de la población más necesitada.

"Las fuerzas del Gobierno a veces permitían a gente salir y volver con comida u otros suministros, a través de un puesto de control en Yarmuk, siempre y cuando no utilicen sus coches", ha asegurado un miembro del consejo local de Ghouta Oriental. "Sin embargo, hace unos meses los militares sellaron el puesto de control completamente, impidiendo que nadie traiga nada. Desde entonces, no hemos tenido pan", ha añadido.

Los combatientes rebeldes, que controlan el norte de Siria, también han evitado la entrada de asistencia humanitaria a decenas de personas bloqueadas en dos localidades chiíes al norte de Alepo, según un informe de Naciones Unidas, aunque HRW no ha podido contactar con ningún residente de la zona.

HRW ha denunciado asimismo casos de secuestros por parte de los grupos rebeldes de trabajadores humanitarios, entre los que se encuentran varios miembros del Comité Internacional de Cruz Roja. Tres de ellos todavía siguen retenidos.

La coordinadora de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas, Valerie Amos, ha estimado que 288.000 personas se encuentran en zonas bajo bloqueo gubernamental en Damasco, las zonas rurales de Damasco y en Homs, donde sufren enfermedades derivadas de las carencias alimentarias.

Asimismo, las áreas sitiadas también se encuentran con fuertes carencias médicas. En algunas de las zonas, donde los hospitales han sido completamente destruidos, el personal médico se ha visto obligado a tratar a los pacientes en clínicas improvisadas.

Fuera de las regiones sitiadas, el Gobierno tampoco ha permitido a las organizaciones humanitarias entrar a ofrecer ayuda desde Turquía a las zonas controladas por los rebeldes, en el norte de Siria. Sin permiso de entrada, las agencias, entre ellas las dependientes de la ONU, se ven obligadas a tomar rutas alternativas poco seguras para alcanzar a la población más necesitada. Naciones Unidas estima que 2,5 millones de personas se encuentran atrapadas en esas áreas de difícil acceso.

Según el Derecho Internacional Humanitario, todas las partes de un conflicto armado están obligadas a facilitar asistencia humanitaria de forma rápida y sin impedimentos. "Matar de hambre como método de guerra está prohibido", ha asegurado HRW. "Según llega el invierno la situación en estas zonas de difícil acceso se hace más dura, la gente está empezando a desesperarse", ha explicado Bolopion. "No hay tiempo para retrasarse", ha concluido la coordinadora.

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