Los ataques contra los rebeldes kurdos han provocado la muerte de una joven y el desplazamiento de miles de familias
NUEVA YORK, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La intensificación de los ataques iraníes contra los milicianos kurdos Vida Libre del Kurdistán (PJAK), el pasado mes de mayo ha provocado la muerte de una adolescente, un número indeterminado de heridos y el desplazamiento de 500 familias en el norte de Irak, según informó este martes la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW), que pide a Irán que tome "todas las medidas posibles" para evitar daños a la población civil.
"Irán debe tomar todas las medidas posibles para proteger a los civiles de la artillería y de otros ataques", señaló el subdirector para Oriente Próximo de la organización, Joe Stork. "Disparar proyectiles de artillería en zonas pobladas, especialmente en las que no hay objetivos militares, y al ganado son unas serias violaciones de las leyes de guerra", añadió Stork.
Desde el 3 de junio, unas 500 familias han abandonado las aldeas situadas en la frontera con Irak hacía campamentos de las provincias del Kurdistán iraquí de Erbil y Sulaimaniya y se han unido a las 250 familias que ya habían huido meses atrás de la República Islámica. Los recientes ataques han dado lugar al desplazamiento de un número desconocido de otros kurdos que también habrían huido a aldeas u otras partes cercanas, indicó HRW.
La región semiautónoma del Kurdistán denunció el pasado mes de junio que las fuerzas iraníes estaban realizando incursiones transfronterizas en Irak para perseguir a rebeldes kurdos del PJAK, una escisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), habitual foco de ataques turcos. Teherán ha negado en repetidas ocasiones esta acusación.
El alcalde del subdistrito de Haji Omaran, Karwan Shareef, dijo a Human Rights Watch, cuyos miembros visitaron la zona a mediados de junio, que las personas que viven cerca de las áreas bombardeadas son agricultores y pastores. "No he visto a las fuerzas de la guerrilla en estas zonas", dijo Shareef. Los miembros del "PJAK están muy lejos de los lugares que Irán ha bombardeado", añadió.
"Conocemos estas montañas", afirmó un responsable militar del Gobierno Regional de Kurdistán en el distrito de Choman. "No tenemos combatientes de PJAK en estas aldeas. Aquí sólo tenemos a las fuerzas del Gobierno (...) Irán está atacando a lugares que no cuentan con guerrilla", subrayó el militar. La organización asegura no haber visto ninguna evidencia de actividad del los rebeldes kurdos en las comunidades que visitaron sus miembros.
HRW informa de que los familiares, residentes y responsables locales explicaron que Basoz Jabar, una chica de 14 años, murió el pasado 2 de junio tras ser alcanzada por un proyectil cuando estaba jugando en la calle de una aldea de Choman. Los habitantes de la aldea mostraron a los miembros de la organización uno los fragmentos de la carcasa metálica de un proyectil, indicó HRW.
