Actualizado 13/07/2010 15:24

HRW pide al presidente afgano que garantice los derechos de las mujeres durante las negociaciones con los talibán

KABUL, 13 Jul. (Reuters/EP) -

Las mujeres y niñas afganas serán quienes paguen el precio de cualquier acuerdo que alcancen los talibán y el presidente afgano, Hamid Karzai, para poner fin a la insurgencia, según la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW), que pide que se garantice las libertades que han logrado conseguir las mujeres.

El informe de HRW indica que las mujeres afganas se encuentran atrapadas entre una situación de empeoramiento de la guerra y la perspectiva perturbadora de la paz. "Las mujeres afganas no deberían tener que renunciar a sus derechos porque el Gobierno llegue a un acuerdo con los talibán", señaló un miembro de HRW, Tom Malinowski, en un comunicado que acompaña el informe.

Nueve años después del derrocamiento del régimen talibán por las fuerzas internacionales, el Gobierno de Karzai está promoviendo las negociaciones con los líderes talibán y otras facciones insurgentes para poner fin a la guerra en Afganistán.

Los derechos de la mujer deben ser una prioridad en cualquier acuerdo político con los insurgentes, señaló la organización, que pide garantías como el acceso al trabajo, educación y el papel político de la mujer. El Gobierno afgano había ofrecido hasta ahora solamente unas débiles garantías que salvaguardan las libertades en un país en el que hace apenas unos años la mujer no podía caminar fuera de su casa sin un acompañante.

En marzo de 2009, Karzai firmó una ley que niega a las mujeres chiíes el derecho a la custodia de sus hijos y la libertad de movimiento, mientras que en 2008 dos violadores que permanecían en prisión fueron puestos en libertad por razones políticas, indica el informe.

Por otra parte, HRW señaló también que las mujeres han recibido "cartas nocturnas" por parte de los talibán que les avisan de que serán asesinadas o atacadas si trabajan o van a la escuela.

NOTAS AMENAZANTES

En las zonas del sur y el este del país que se encuentran bajo influencia talibán, los insurgentes han atacado a aquellas mujeres que trabajan fuera de su casa, han dejado notas amenazantes en sus hogares o en las escuelas.

"Nosotros los talibán te advertimos de que dejes de trabajar para el Gobierno, de lo contrario te quitaremos la vida. Vamos a matarte de la forma más cruel de la que ninguna mujer haya sido asesinada nunca. Será una buena lección para mujeres como tú", decía una nota dirigida en febrero a una empleada gubernamental, la cual se vio obligada a dejar su trabajo, según HRW.

Otra carta dirigida a una profesora de una escuela de niñas, avisaba de que debía dejar su trabajo "tan pronto como sea posible" y si no era así cortarían "la cabeza de sus hijos" y prenderían fuego "a su hija".

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