Actualizado 17/12/2013 21:02

HRW responsabiliza al régimen sirio del ataque químico

Asegura que sólo el Gobierno posee los dos tipos de cohetes empleados en Ghouta

   NUEVA YORK, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha concluido en su informe sobre el uso de armas químicas en el ataque del pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco que las pruebas "sugieren firmemente" que el responsable de esta acción fue el régimen que preside Bashar al Assad y que el agente utilizado fue "probablemente" gas sarín.

   El informe 'Ataques contra Ghouta: Análisis del supuesto empleo de armas químicas  en Siria', de 22 páginas de extensión, documenta dos ataques registrados el 21 de agosto en la zona oeste y este del suburbio de Ghouta, a las afueras de la capital siria, y, basándose en el relato de testigos y en el análisis de los restos en la zona y de los heridos y víctimas en hospitales, concluye que "las pruebas disponibles sugieren firmemente que las fuerzas del Gobierno sirio fueron responsables" de estas dos acciones.

   Para elaborar su investigación, HRW ha estudiado los testimonios de las personas que vieron el impacto de los cohetes, ha recopilado información sobre la "probable fuente de los ataques" y ha evaluado los restos de las armas usadas y los síntomas que presentaban las víctimas.

   "Los restos de cohetes y los síntomas de las víctimas de los ataques del 21 de agosto de Ghouta pruebas que delatan los sistemas de armas empleados", ha afirmado, en un comunicado, el director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert, autor del informe. "Estas pruebas sugieren firmemente que las tropas gubernamentales lanzaron cohetes cargados cabezas de guerra químicas en los suburbios de Damasco aquella terrible mañana", ha apuntado.

   HRW ha indicado que las pruebas sobre los cohetes empleados apuntan a que son proyectiles que únicamente están en posesión de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad. Tras analizar los vídeos del ataque difundidos por activistas en YouTube y las imágenes de alta resolución facilitadas por un activista que se encuentra en la zona este de Ghouta, HRW ha asegurado que en los ataques del 21 de agosto se lanzaron al menos dos cohetes tierra-tierra cargados con agentes químicos.

   El primer tipo de proyectil, encontrado en los ataques de la zona este de Ghouta, es un cohete de 330 milímetros con una cabeza de guerra con una alta carga de agente químico líquido, según la ONG. El segundo tipo, hallado en la zona oeste del suburbio, es un cohete de 140 milímetros producción soviética que puede ser armado con tres tipos distintos de cabezas, una de ellas con hasta 2,2 kilos de gas sarín.

   HRW ha recordado que el Gobierno sirio ha negado su responsabilidad en estos ataques y ha culpado a la oposición de haberlos perpetrado pero ha incidido en que "no ha presentado pruebas creíbles" que sostengan su desmentido. "HRW y los expertos de armas que supervisan el empleo de armas químicas en Siria no han documentado que las fuerzas opositoras estén en posesión de cohetes de 140 y 330 milímetros como los empleados en el ataque", ha afirmado.

   La ONG ha explicado que no ha podido visitar Ghouta para "recopilar restos de las armas, muestras ambientales y fisiológicas para analizar el agente químico" pero sí ha tenido asesoramiento de un experto en detección y efectos de agentes químicos, quien ha analizado las pruebas recabadas y los testimonios de testigos.

   Además, tres médicos de Ghouta que han tratado a víctimas de los ataques han asegurado a HRW que los heridos presentaban síntomas como asfixia, dificultades respiratorias, espasmos musculares, náuseas, espuma en la boca, fluidos en la nariz y los ojos, convulsiones, mareos, visión borrosa, ojos irritados y miosis, entre otros.

   Algunas víctimas presentaban coloración azulada en su piel junto con asfixia y ninguna de ellas tenía traumatismo asociados con los ataques. "Estos síntomas, junto con la falta heridas traumáticas, son consistentes con la exposición a agentes nerviosos como el gas sarín", ha asegurado HRW.

   La ONG ha recordado que hay "pruebas de laboratorio" que demuestran el empleo de gas sarín en un ataque perpetrado en abril en Jobar, cerca de Damasco, donde un fotógrafo del diario francés 'Le Monde' que cubría la guerra fue examinado por exposición a este gas.

   "El empleo de gas sarín es una grave violación del derecho humanitario", ha subrayado HRW, que ha recordado que, aunque Siria no sea firmante de la Convención de Prohibición de Armas Químicas, sí que es signataria del Protocolo de Gases de Ginebra. "Las leyes internacionales prohiben el uso de armas químicas en todos los conflictos armados", ha apostillado.

   HRW ha hecho hincapié en que los ataques del 21 de agosto en Ghouta suponen el primer empleo a gran escala de armas químicas desde que el Gobierno iraquí las empleó para matar a civiles kurdos hace 25 años.

   "El creciente uso probado de armas químicas en el terrible conflicto de Siria debería reorientar el debate internacional para dirigirlo a detener el empleo de estas armas y proteger más ampliamente a la población civil de Siria", ha concluido Bouckaert.

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