MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Manos Unidas ha denunciado en el marco de su campaña 'Un mundo nuevo, proyecto común' y con motivo de la celebración este sábado del Día de la Mujer, la situación "sangrante" de las mujeres refugiadas procedentes de Siria que llegan a la ciudad jordana de Zarqa tras haber sido víctimas de secuestros, abusos, tras haber presenciado el asesinato de sus familiares o incluso haber sido utilizadas como esclavas en los campamentos militares.
Según explica la organización, Zarqa es la segunda ciudad en número de habitantes del Reino hachemita, tras Amán, la capital, y uno de los centros industriales del país, lo que la ha hecho caracterizarse por ser un lugar de acogida de emigrantes provenientes, principalmente, de Cisjordania.
En los últimos años, Zarqa se ha convertido además en uno de los puntos de recepción de parte del más del medio millón de refugiados llegados de la vecina Siria y acoge a más de 40.000 personas, sobre todo, ancianos, mujeres y niños, muchos de ellos en condiciones de gran vulnerabilidad, que huyen de un conflicto que dura ya tres años.
Jordania, según precisa Manos Unidas, alberga a más de medio millón de personas huídas de Siria, que primero se congregan en campos de refugiados y, después, una vez perdida la esperanza de volver a su país, se trasladan a malvivir, la mayoría, en ciudades como Amman o Zarqa.
El pasado mes de noviembre, Manos Unidas recibió una llamada de emergencia de los padres orioninos de Zarqa, que se han visto desbordados por el incremento de las peticiones de ayuda "de cientos de miles de civiles obligados a exiliarse, de refugiados asaltados, de torturados, de lisiados, de heridos".
"Algunos, los que lograron sacar dinero de Siria, pueden ir utilizando esos ahorros para vivir. A los otros hay que ayudarles para que puedan comer, alojarse o mandar a sus hijos a la escuela", aseguran.
Pero la mayoría, según destaca la ONG, acarrean "un equipaje repleto de carencias": falta total de identificación personal --la mayoría llegan indocumentados--; falta total de recursos materiales --alimentos, medicinas, vacunas, agua potable--; y falta de alojamiento.
La acción de emergencia aprobada por Manos Unidas, que estará en vigor hasta finales del mes de abril, tiene como objetivo garantizar el derecho a la alimentación y a la sanidad de todas estas personas y ofrecerles apoyo psicológico ante el trauma ocasionado por las penalidades sufridas.
