Actualizado 22/04/2010 20:27

Hasta un millón de personas siguen viviendo a la intemperie tras el tornado que se produjo la semana pasada en India


NUEVA DELHI, 22 Abr. (Reuters/EP) -

Hasta un millón de personas siguen viviendo a la intemperie a causa de un tornado que se produjo el pasado 13 de abril en el este de India y que mató a 137 personas y destruyó decenas de miles de viviendas, informaron este jueves la ONU y varios trabajadores de organizaciones humanitarias.

El 'nor'wester', un tipo de tormenta que se produce en la bahía de Bengala durante el verano, afectó a los estados indios de Bengala Occidental y Bihar. Según la ONU, varias ONG y las autoridades, más de 200.000 viviendas han quedado dañadas total o parcialmente por la tormenta, cuyos vientos alcanzaron los 120 kilómetros por hora.

Amarendra Ghana, que colabora para Servicios Católicos de Ayuda en el distrito de Dinajpur Norte (en Bengala Occidental), dijo que "la mayoría de la gente está viviendo a la intemperie, entre los escombros de sus casas". "Hemos empezado a distribuir kits de refugio (...) que incluyen lonas, esterillas de plástico, cuerdas, cajas de cerillas y velas, pero las necesidades son grandes y se necesita mucho, mucho más", añadió.

Los cooperantes aseguran que los damnificados por la tormenta son "los más pobres entre los pobres": campesinos pobres o sin tierras cuyas casas, hechas de barro y paja, no soportaron la fuerza de los vientos y las intensas lluvias. Aunque las autoridades estatales han anunciado que van a entregar paquetes de ayuda, los cooperantes dicen que la distribución de esa ayuda sólo se ha llevado a cabo en unos pocos lugares.

Siete días después del desastre, los centros médicos siguen sin funcionar y muchas personas heridas, que han sufrido cortes o fracturas por la caída de árboles y el derrumbe de edificios, no tienen acceso a atención médica.

Además, los estanques y otros lugares de donde obtener agua se han contaminado por la presencia de reses muertas --se calcula que han muerto miles de ellas--, por lo que los niños que se han bañado en ellos han contraído infecciones cutáneas, según las ONG.

De acuerdo con un informe del Equipo de Gestión de Desastres de la ONU, la tormenta también ha destrozado más de 15.000 hectáreas de campos de cultivo, principalmente de maíz, valoradas en más de 4 millones de dólares (3 millones de euros).

Asimismo, las semillas de arroz almacenadas que iban a plantarse el próximo junio se las ha llevado el agua, lo que probablemente agravará la inseguridad alimentaria en esta zona marginada donde la mayoría de las familias viven por debajo del umbral de la pobreza.

El tráfico de mujeres y niños es habitual en la zona y los trabajadores humanitarios han advertido de que si no llega la ayuda algunas familias se verán obligadas a entregar a sus hijos a traficantes de personas.

Save the Children explicó que "en el distrito de Araria (en Bihar) hay un alto índice de tráfico de niños en épocas normales, y se sabe que aumenta durante los desastres". "El apoyo para el sustento (de las familias) es vital para mitigar la inmigración forzada y los posibles riesgos para las mujeres y los niños", añadió.