BANGUI, 30 Dic. (Reuters/EP) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha indicado este domingo que más de 100.000 personas que han huido de los últimos enfrentamientos en República Centroafricana (CAR) se encuentran cobijados en un campamento prefabricado en el aeropuerto de la capital, Bangui.
Así, ha apuntado que está recibiendo entre 15 y 20 heridos al día en dicho campamento, a donde son trasladados los heridos registrados en los enfrentamientos en Bangui, donde las tropas francesas y de la Unión Africana (UA) se encuentran desplegadas desde principios de diciembre para poner fin a los combates.
Los ataques de los miembros del grupo rebelde Séléka, que se hizo con el poder en marzo tras expulsar del país al expresidente François Bozizé, y milicianos de grupos cristianos han matado a más de mil personas y han provocado el desplazamiento de alrededor de 400.000 personas de la capital en lo que va de mes.
MSF ha lamentado que el campamento del aeropuerto, que se extiende en los cuatro kilómetros de su pista de aterrizaje, no cuenta con las condiciones sanitarias necesarias, al tiempo que ha detallado que los suministros de comida y agua entregados por las agencia de la ONU no satisfacen las necesidades ante el incremento de los desplazados.
"Si no se hace nada en las próximas dos semanas, existe el riesgo de un brote epidémico", ha dicho el coordinador de MSF en el lugar, Lindis Hurum. "MSF pide que se aumenten las medidas de emergencia llevadas a cabo por las agencias humanitarias", ha agregado.
Debido a la ausencia de infraestructuras, miles de familias se encuentran cobijadas bajo cajas de cartón o tiendas hechas a mano con sábanas atadas a palos. El aeropuerto es patrullado por soldados burundeses de la fuerza de pacificación de la UA (MISCA) y se encuentra ubicado cercad e una base milita francesa.
"Nos falta de todo. La comida es escasa", ha dicho Samuel Degoto, profesor de 49 años de edad, que huyó de su casa junto a su mujer y sus siete hijos portando únicamente unas cuentas bolas. "Si no se hace nada antes de la próxima crisis va a ser una catástrofe", ha asegurado.
Naciones Unidas emitió el viernes un llamamiento para lograr 152 millones de dólares (alrededor de 110 millones de euros) con el objetivo de satisfacer las necesidades humanitarias básicas, tales como el agua potable y el alojamiento. La organización internacional estima en más de 800.000 el número de desplazados a nivel nacional.
