Actualizado 06/12/2014 04:54

Ongawa alerta sobre las consecuencias de la práctica de la defecación al aire libre por el Día del Saneamiento

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Activistas de Ongawa han simulado, este martes, la práctica de la defecación al aire libre en la Plaza de la Provincia de Madrid, frente al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, una acción con la que han alertado sobre las consecuencias de este hábito con motivo del Día Mundial del Saneamiento, que se celebra este 19 de noviembre.

Así, la organización ha explicado que 1.000 millones de personas en todo el mundo practican la defecación al aire libre, una situación que consideran "incompatible" con el reconocimiento del saneamiento como Derecho Humano por Naciones Unidas en el año 2010.

Durante la acción, Ongawa --que es miembro de End Water Poverty, una coalición internacional integrada por más de 270 ONG de 65 países-- ha entregado una carta al Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, en la que se le solicita que España asuma "un papel activo a nivel internacional en la defensa de la eliminación de la defecación al aire libre y la progresiva realización del Derecho Humano al Saneamiento como claves de los Objetivos de Desarrollo Sostenible".

Asimismo, la carta destaca que "resulta imperativo que el enfoque de los Objetivos de Desarrollo del Milenio sea revisado para combatir la desigualdad, asegurando la focalización en las necesidades de los más pobres y los más marginados". "La eliminación de la desigualdad y de la discriminación son elementos clave de los principios de derechos humanos; la defecación al aire libre, que afecta de forma especial a las personas más pobres y marginadas, pone de manifiesto las grandes desigualdades existentes en el acceso asequible, seguro y aceptable al saneamiento", prosigue la misiva.

Además, la ONG señala que la falta de acceso al saneamiento tiene graves consecuencias sobre el desarrollo y las opciones de salir de la pobreza de millones de personas. En este sentido, subraya que las principales consecuencias tienen "especial" relevancia en el caso de la salud, ya que el contacto con aguas contaminadas por heces está relacionado con la transmisión de parásitos, virus y bacterias que ocasionan numerosas enfermedades.

Así, recalca que en el mundo se dan 4.000 millones de casos de diarrea que causan la muerte de 1,8 millones de personas, siendo el 90 por ciento de ellos menores de cinco años. Un niño menor de cinco años muere cada 20 segundos como consecuencia de esta enfermedad, que llega matar a más menores de edad que el virus del SIDA, la malaria y el sarampión juntos, según alerta la ONG.

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