Actualizado 10/12/2007 20:40

ONU.- La FAO afirma que la agricultura orgánica no es mayor garantía para la seguridad alimentaria que la tradicional

MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO), Jacques Diouf, afirmó hoy que no hay razones para creer que la agricultura orgánica pueda ser una alternativa a los sistemas agrícolas convencionales para lograr la seguridad alimentaria mundial, desmintiendo con ello recientes informes de los medios de comunicación en los que se insinuaba que la FAO abogaba por la agricultura orgánica (AO) como solución para el hambre en el mundo.

El pasado mes de mayo, la FAO celebró una conferencia internacional sobre agricultura orgánica. Uno de los documentos presentados para el debate --no se trataba de un documento de la FAO-- argumentaba que la agricultura orgánica podía producir suficientes alimentos para la población mundial actual.

Según Diouf, se debería promocionar la agricultura orgánica porque produce alimentos sanos y nutritivos y representa una creciente fuente de ingresos para países desarrollados y en desarrollo. Sin embargo, hoy en día no se puede alimentar a seis mil millones de personas ni a nueve mil millones en 2050 sin un uso sensato de productos químicos.

La agricultura orgánica prohíbe el uso de productos químicos. Aproximadamente el dos por ciento de las tierras agrícolas a nivel mundial fueron cultivadas de forma orgánica en 2005, generando en 2006 ventas superiores a los 16 millones de euros en la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Asia.

Los alimentos producidos orgánicamente son más caros que los producidos convencionalmente, por lo que representan una buena fuente de ingresos para los agricultores. Sin embargo, según la FAO, debido a los requisitos para su cultivo y a las grandes inversiones en las cadenas de producción y comercialización, resultan inaccesibles para muchos agricultores de países en desarrollo.

El uso adecuado de productos químicos, en especial los fertilizantes, podría ayudar a aumentar significativamente la producción alimentaria en el África subsahariana, donde los agricultores usan menos de la décima parte del fertilizante utilizado por los campesinos asiáticos, recordó Diouf. Gran parte de las tierras africanas sufren problemas como la acidez y baja fertilidad y tienen una gran necesidad de enmienda y nutrientes.

En su informe anual sobre el desarrollo mundial, el Banco Mundial apuntó este año que "un bajo empleo de fertilizantes es una de las mayores limitaciones para aumentar la productividad agrícola en el África subsahariana". Malawi --durante años receptor de ayuda alimentaria--, ha impulsado recientemente su producción de maíz adoptando una política consistente en proporcionar semillas y fertilizantes a los pequeños agricultores.

LOS GIP

Diouf sostiene que deben elegirse los productos químicos apropiados, las cantidades adecuadas, y usarlos de la manera correcta en el momento oportuno. Una productividad más elevada con menos insumos puede lograrse a través de sistemas como la Gestión Integrada de Plagas (GIP) y la Agricultura de Conservación (AC). La GIP puede reducir el empleo de pesticidas entre un 50 y un 100 por cien dependiendo del tipo de cultivo. La agricultura de conservación y la agricultura sin laboreo reducen las necesidades de trabajo eliminando la labranza y pueden utilizar un 30 por ciento menos de fertilizantes y un 20 por ciento menos de plaguicidas.

Para Diouf, no hay una solución única para erradicar el hambre en el mundo. Los elementos claves para alimentar al mundo hoy y en un futuro serán inversiones públicas y privadas superiores, políticas y tecnologías adecuadas, siempre basados en una gestión correcta del ecosistema.

El próximo año, en la reunión convocada por la FAO sobre 'Alimentar al mundo en 2050' líderes mundiales, figuras de talla internacional y prestigiosos investigadores y académicos debatirán sobre cómo garantizar el suministro de alimentos a la población mundial.