Actualizado 24/08/2010 16:06

La ONU pide que los trabajadores humanitarios no sean acosados en Darfur


MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El principal responsable para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, John Holmes, ha pedido a todas las partes implicadas en el conflicto que afecta a la región sudanesa de Darfur que aseguren que los trabajadores humanitarios no son acosados ni intimidados mientras ayudan a quienes lo necesitan.

En su última comparecencia ante el Consejo de Seguridad como vicesecretario general de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia, Holmes subrayó anoche que la situación humanitaria en la zona se ha deteriorado rápidamente debido a los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas gubernamentales, así como por los enfrentamientos tribales.

"El nivel de restricciones impuestas a las operaciones humanitarias, y del acoso, amenazas y violencia dirigidos contra el personal humanitario se está convirtiendo de nuevo en algo inaceptable", indicó. "Todo esto convierte a la población civil que intentamos ayudar en mucho más vulnerable", añadió.

Holmes se refirió también a la situación en el campamento de Kalma, uno de los mayores campamentos que acoge a los desplazados. "La situación del campamento empeoró cuando las autoridades locales negaron a las ONG y a las agencias de la ONU el acceso al campamento durante 15 días, entre las acusaciones de que querían desmantelar el campamento", indicó.

La negación de entrada a estas organizaciones impidió una evaluación adecuada de la situación humanitaria e impidió que sus residentes recibieran ayuda. El 16 de agosto, seis ONG y agencias de la ONU recibieron permiso para distribuir medicamentos y combustible, después de las conversaciones entre la ONU y las autoridades sudanesas.

De los 82.000 desplazados internos en Kalma antes de que estallara la violencia, sólo quedaban entre 50.000 y 60.000 cuando las organizaciones pudieron volver a entrar. Por ello, indicó Holmes, las organizaciones ya han comenzado a crear un plan de acción para responder a los vacíos existentes y ayudar a los desplazados.

Mientras, la situación actual en el campamento es de calma, en gran parte gracias a las patrullas que realiza la misión de paz de la Unión Africana (UA) y la ONU para Darfur, la UNAMID. "Esto subraya la importancia vital del mandato de la UNAMID para la protección de la población civil y de la cooperación estrecha entre la comunidad humanitaria y la misión", indicó, y añadió que la situación es tensa y frágil, ya que el Gobierno habla de desmantelar el campamento.

Holmes también pidió la eliminación de las restricciones que sufren los trabajadores humanitarios en la zona de Jebel Marra, en el este del país, donde hay unos 100.000 afectados por los enfrentamientos entre el Gobierno y miembros de la facción Abdul Wahid.

"En este ambiente, es importante que insistamos en la estricta adherencia a los principios humanitarios básicos por todas las partes del conflicto", repitió. "Todas las personas implicadas necesitan entender que la acción humanitaria la realizan actores independientes y neutrales que alivian el sufrimiento humano, cuya ayuda se da de manera imparcial en base a las necesidades humanitarias, y que la comunidad humanitaria en Darfur está comprometida a mantener estos principios en cada aspecto de su trabajo", concluyó.

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