Actualizado 24/08/2010 12:49

Oxfam alerta de que Níger sufre una doble crisis por las inundaciones y por la hambruna

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las inundaciones y las fuertes precipitaciones en Níger han destruido los cultivos existentes a menos de dos meses de ser cosechados, agravando la crisis alimentaria que vive el país, según afirmó este martes la organización Oxfam, que afirma que las inundaciones han terminado con la vida de al menos seis personas, ha dejado a miles de personas sin hogar, ha arruinado los cultivos y ha llevado a familias hambrientas hasta un punto crítico.

"Muchos cultivos que habrían dado alimentos cruciales a familias hambrientas han sido destrozados por las inundaciones. La gente que rezaba para conseguir lluvias para que sus cultivos crecieran lo ha perdido todo", aseguró el subdirector regional para África Occidental de Oxfam, Raphael Sindaye.

En la capital, Niamey, el río Níger ha alcanzado su mayor nivel en más de 80 años. Miles de personas han perdido sus casas, huertas y campos de arroz después de que el río creciera.

La ONU estima que más de 110.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones en Níger, muchas de las cuales están entre los casi ocho millones de personas que se enfrentan a una hambruna severa.

"Es un doble desastre. Antes de las lluvias, no teníamos comida y, ahora, las pequeñas reservas de grano han desaparecido con el agua. No queda nada", aseguró un residente de una aldea inundada, Ibrahim Mahaman.

Las fuertes inundaciones también están dañando la distribución de ayuda, ya que muchas carreteras han desaparecido. También hay cierta preocupación ya que podría aumentar el riesgo de la malaria y la diarrea, especialmente entre los menores, ya debilitados por una malnutrición grave.

"Estamos ayudando a miles de personas afectadas por las inundaciones, pero nuestros recursos están al límite en un momento en el que estamos respondiendo a una de las peores crisis alimentarias que se pueden recordar. Níger necesita urgentemente más dinero para financiar no sólo la crisis alimentaria sino también para ayudar a los golpeados por esta segunda emergencia", aseguró Sindaye.

Las inundaciones se producen en un momento en el que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) reconoció que no podrá ayudar a alimentar al 60 por ciento de las personas que se enfrentan al hambre en Níger a menos que reciba más dinero de los donantes.

"La situación en África Occidental puede parecer increíblemente compleja y difícil de resolver, pero si la comunidad internacional sólo invirtiera en un trabajo de predicción a largo plazo, podríamos asegurar que las familias son menos vulnerables a este tipo de sucesos, y también ayudaría a ahorrar dinero", aseguró Sindaye.

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