Actualizado 21/08/2007 14:34

Perú.- Los equipos de Médicos sin Fronteras prestan asistencia a los supervivientes del terremoto a las afueras de Pisco

MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los equipos de Médicos sin Fronteras (MSF) están trabajando en dos municipios peruanos al este de la localidad costera de Pisco, a 185 kilómetros al sur de Lima, para atender a los damnificados por el terremoto que sacudió el país el pasado miércoles, que ha dejado a miles de personas sin hogar en Pisco y en las localidades vecinas de Cañete, Chincha e Inca, las zonas más afectadas por el seísmo.

En Pisco, el hospital ha quedado seriamente afectado y el personal médico local está trabajando intensamente para atender a los heridos en el parque central de la ciudad. Mientras, MSF concentra sus esfuerzos en las localidades interiores de Humay e Independencia, de 6.000 y 12.000 habitantes respectivamente, donde las estructuras sanitarias han quedado destruidas y todavía no ha llegado la ayuda.

"El cargo con 12 toneladas de material que llegó el domingo nos permite iniciar las actividades de atención primaria, atender a los heridos y realizar intervenciones de cirugía menor en hospitales de campaña", afirmó Luis Encinas, coordinador de emergencia de MSF en Perú. "También distribuiremos kits de higiene, mantas y plástico para cobijo entre la población que se ve obligada a vivir en la calle, con temperaturas nocturnas que no superan los seis u ocho grados".

Al mismo tiempo, expertos en salud mental trabajan estrechamente con el resto del equipo médico. En primer lugar desde las estructuras de salud primaria para ayudar a las personas que lo han perdido todo, y principalmente sus familiares y amigos. Para este tipo de tareas, los psicólogos de MSF confían en grupos y redes comunitarias.

El equipo también proporcionará asistencia psicológica a pacientes con heridas graves y traumatismos y los que son referidos a Lima y Pisco. La lecciones aprendidas tras la actuación en otras emergencias similares, como la del terremoto en Cachemira, permiten prever que este tipo de asistencia es crucial para ayudar a las personas a superar el doble impacto emocional y psicológico que suponen las heridas graves y el duelo que sigue a la pérdida y la destrucción.

Asimismo, MSF está enviando un miembro del Grupo de Trabajo para la Asistencia en Desastres Renales con material nefrológico específico para tratar a las víctimas del síndrome de aplastamiento, afección muy común tras los terremotos, por la cual los tejidos musculares dañados por una herida interna pueden liberar toxinas en el flujo sanguíneo y conducir a un fallo renal.

En Pisco, donde aún continúan encontrándose cuerpos de personas muertas bajo los edificios caídos, la mayoría de los 16.000 supervivientes sin vivienda, han comenzado a irse de la ciudad para buscar refugio en localidades próximas o con otros familiares. "Muchas de estas áreas no han recibido ayuda todavía, y carecen de agua potable o medicinas", explicó Encinas.

Mientras que las actividades médicas dan comienzo, otro equipo de MSF continúa evaluando las necesidades en localidades más remotas donde ninguna organización ha llegado todavía. Si se identifican más necesidades en los próximos días, MSF podría reforzar el equipo de intervención con personal y equipos adicionales.