Actualizado 11/06/2010 10:38

Reporteros Sin Fronteras cifra en 170 el número de periodistas detenidos en Irán en el último año

MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció este jueves el régimen "represivo" contra los medios de comunicación que existe en Irán, especialmente desde las elecciones del 12 de junio del año pasado, y cifró en 170 el número de periodistas y blogueros detenidos desde los comicios que supusieron la reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad.

RSF afirma que, de los periodistas arrestados en el último año, 22 han sido condenados a penas que suman 135 años de cárcel y 85 están a la espera de un fallo judicial. Además, el total de fianzas pagadas representa una suma de 100 millones de euros, una cifra que en la mayoría de los casos obliga a las familias de los presos a endeudarse más allá del límite.

"Más de un centenar de profesionales de los medios se han visto obligados a abandonar el país. 23 periódicos han sido suspendidos, en la red se han bloqueado miles de páginas web", denuncia la organización en un comunicado. Irán, "con 37 periodistas detenidos" , está considerada "una de las cuatro cárceles del mundo" junto a China, Eritrea y Corea del Norte.

"El estado impuso por la fuerza la victoria de Mahmud Ahmadineyad en la primera vuelta", señala RSF, que recoge cómo a las publicaciones cercanas a la oposición "se les impidió criticar los resultados oficiales o simplemente se cerraron". "Los servicios de seguridad invadieron las redacciones de los periódicos, controlando los artículos y censurando los contenidos", añade la nota.

De cara al exterior, el control que el Gobierno trató de ejercer en los medios se hizo especialmente patente con la expulsión de los corresponsales extranjeros y el control de las redes de comunicación. Las autoridades "cortaron" el sistema de SMS y redujeron la velocidad de Internet, lo que no impidió la convocatoria de manifestaciones de protesta contra el Ejecutivo, en la mayoría de los casos fijadas "mediante el boca a boca" o "pasquines", panfletos clandestinos con información sobre los actos convocados.

EL PAPEL DE INTERNET

Para las personas que seguían los disturbios postelectorales desde el exterior, Internet tuvo "un rol esencial", según la ONG, que cita a Twitter como principal exponente de esta forma de comunicación alternativa. No obstante, añade, "sólo el 2 por ciento de los iraníes podían utilizar esta red social".

Además, "resultaba difícil" acceder a portales como YouTube y Facebook, mientras que Gmail "era inaccesible". Sólo podía accederse al correo electrónico "mediante herramientas concebidas para evitar la censura".

Las medidas de presión se completaron con lo que RSF denomina "un trabajo de propaganda" por parte de las autoridades y en el que los periodistas extranjeros pasaban a ser, según el régimen, "espías a sueldo de Estados Unidos".

"La página de Internet de la Guardia Revolucionaria mostraba imágenes de las concentraciones, con primeros planos de los participantes, e invitaba a los internautas a denunciarles", asegura el comunicado.

TORTURA "SISTEMÁTICA"

Reporteros Sin Fronteras afirma que los periodistas detenidos han sido sometidos a juicios "inocuos" y "sin derecho a defensa". Los reporteros recibieron condenas de cárcel y fueron mezclados con presos comunes "a quienes las autoridades animaban a ensañarse con ellos", lo que "con frecuencia" generó incluso "violaciones".

"La tortura es sistemática en la sección 2A1 de la cárcel de Evin, controlada por la Guardia Revolucionaria y al margen de cualquier otra autoridad exterior", manifiesta la organización, que cita también incidentes en la sección 2009, cuya responsabilidad recae en el Ministerio de Inteligencia.

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