Publicado 17/03/2015 15:02

Riegos más eficientes que suman más gasto de agua total

Tablas de Daimiel
EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO


MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El plan de choque para modernización de regadíos iniciado desde el año 2000 por el Gobierno --al que se han destinado más de 2.900 millones de euros de dinero público-- no ha servido para su objetivo inicial de reducir el consumo de agua en la agricultura de regadío, sino que 'gracias' a la mayor eficiencia en la gestión del recurso en la actualidad la agricultura consume un mayor volumen de agua, según denuncia un informe de WWF.

La ONG cifra el incremento entre un 4 y un 42 por ciento de media. El estudio 'Un mal negocio para la naturaleza y la sociedad' presentado este martes por la ONG analiza ocho casos de estudio de proyectos representativos en las cuencas del Ebro, Tajo y Guadalquivir. Estos casos han sido elegido porque eran "los únicos con datos disponibles", según ha explicado la responsable del Programa de Agua y Agricultura de WWF, Eva Hernández, que ha subrayado la falta de información pública y de transparencia en lo relativo a agua para riego por parte de las administraciones.

Hernández ha apuntado que en España hay más de 3,5 millones de hectáreas de las que el 15 por ciento aproximadamente se destinan a cultivos de regadío que, en total consumen casi un 85 por ciento del agua para la agricultura.

En concreto, ha precisado que cerca de 1,47 millones de hectáreas de regadíos se han sometido a planes de modernización cuyo objetivo era ahorrar más de 1.800 hectómetros cúbicos al año de agua, al tiempo que están previstas 730.000 nuevas hectáreas de regadío.

"La modernización de regadíos no ha ahorrado el agua que se esperaba en España y en algunos casos se ha producido un efecto rebote, por lo que se gasta más y se consume más energía. Hemos hecho un pan con unas tortas", ha valorado.

Tras el estudio, WWF ha detectado siete aspectos "clave" que se deben mejorar como la transparencia y la información sobre el agua, que hace "prácticamente" imposible verificar si ha habido un ahorro real del recurso con la modernización ni garantizar que esto ha contribuido a mejorar la calidad de las masas de agua, como pide la Directiva Marco del Agua.

En este sentido, el director de conservación de WWF, Enrique Segovia, ha recordado que el Gobierno anunció en 2005 que la modernización de regadíos supondría un ahorro de 1.200 hectómetros cúbicos de agua. Desde esa fecha, la ONG ha estado preguntando al Ministerio, a las Confederaciones hidrográficas los datos de agua, consumo y ahorros generados sin obtener respuesta.

FALTA DE TRANSPARENCIA

Este hecho motivó el envío de 5 cartas al Defensor del Pueblo que calificó la situación de "obscurantismo abusivo" y preguntas parlamentarias sobre los datos, pero de momento, cinco ministros después la información sigue sin ofrecerse "ni de forma oficial ni extraoficial".

Por ello, la ONG denuncia tanto la falta de datos como la comunicación de los mismos. En su diagnóstico, detallado en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Zaragoza, señala la importancia de utilizar un concepto adecuado y unificado a la hora de hablar de "ahorro de agua" que tenga en cuenta variables como la detracción de la masa de agua, el agua consumida por cultivo y los retornos que se producen a nivel de cuenca.

Además, plantea la necesidad de evitar el aumento del consumo de agua a escala de cuenca, reduciendo las concesiones de derechos de agua, que se planten cultivos que consuman menos agua para que, en definitiva, los ríos puedan disponer de más agua en su curso. En este contexto, Hernández ha explicado que la modernización de los regadíos ha generado un mayor consumo de agua por parte del regadío y menos agua para la cuenca porque como el agua es más eficiente, bien se aumenta la superficie regada, se eleva la densidad o se hacen dobles cosechas.

Entre las "lecciones aprendidas", WWF señala que se debe minimizar el aumento del consumo de energía y ha apuntado que los regadíos se han convertido en el segundo mayor demandante de electricidad en España por detrás de Adif.

Asimismo, considera "esencial" que los planes de modernización públicos no deben financiar los regadíos de pozos ilegales porque crea un "peligroso precedente", por lo que se deben revisar las concesiones de aguas y reducir los volúmenes para adaptarlos a los ahorros previstos. La ONG calcula que hay más de medio millón de pozos ilegales en toda España.

Al mismo tiempo, el informe subraya que la no aplicación del principio de recuperación de los costes del agua ha llevado a que se invierta en modernizaciones sin necesidad de asegurar que fueran a ahorrar agua.

En definitiva, Hernández estima que la eficiencia no es sinónimo de ahorro de agua ni de mayor sostenibilidad y ha lamentado que con este plan de modernización de regadíos no se está reduciendo la vulnerabilidad ante el cambio climático.

Segovia recuerda que en la actualidad España no ha cumplido sus objetivos en materia de agua que señalaban la obligación de que en 2015 se hubiera logrado el buen estado de las masas de agua, de las que hasta la fecha, la mitad están en una mala situación.

Finalmente, han manifestado que enviarán el informe a las confederaciones, regantes, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, para que tengan en cuenta el diagnóstico en la revisión de los planes hidrológicos de cuenca y en la planificación hidráulica futura.

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