Actualizado 17/12/2013 21:55

SEO/Birdlife lanza la campaña ciudadana Volar-Viajar-Vivir frente a la caza ilegal de aves migratorias

Manifiesto en el que argumentan que el 'parany' no debe usarse como método científico

VALENCIA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

SEO/BirdLife ha lanzado en el Jardín Botánico de Valencia, la campaña Volar-Viajar-Vivir, con dos objetivos prioritarios, por un lado valorar en su justa medida el "espectacular y arriesgado" fenómeno de la migración de las aves y por otro fomentar entre los ciudadanos el rechazo a la caza ilegal de especies migratorias en el Mediterráneo.

El proyecto que se ha puesto en marcha este martes está financiado con fondos del programa Life de la Comisión Europea e implica a España, Italia y Grecia. De este modo, la Comisión apoya a los tres países miembros de la UE que soportan con "más intensidad este problema", han indicado desde SEO/Birdlife en un comunicado.

En el Mediterráneo, la caza ilegal de aves migratorias es una práctica furtiva, localizada y que cuenta con el "beneplácito" de diversos sectores sociales, pero el conjunto de la sociedad apenas es consciente de ello. Por esta razón, entre 2013 y 2015, SEO/BirdLife, LIPU (Lega Italiana Proteziones Uccelo) y HOS (Hellenic Ornithological Society), miembros de BirdLife en España, Italia y Grecia, desarrollarán esta campaña dirigida al público general para fomentar la conciencia social frente a las prácticas cinegéticas ilegales.

Cada año, millones de aves migran entre sus áreas de reproducción e invernada. La migración es el viaje "más importante" de sus vidas ya que, ante la falta de alimento y condiciones climáticas adecuadas, se ven obligadas a recorrer miles de kilómetros. Su capacidad de volar y viajar es su única oportunidad para vivir. En España, "cerca de cinco millones no conseguirán alcanzar su objetivo, al morir en manos de cazadores furtivos que practican métodos ilegales de caza".

Desde este colectivo ecologista han indicado que "sólo en los 'paranys' de España se capturan entre millón y medio y dos millones y medio de zorzales y otras especies insectívoras protegidas cada año". Una técnica declarada ilegal por todos los tribunales, que hace que las aves caigan en árboles-trampa y sus alas queden impregnadas de pegamento. En otras partes del Mediterráneo, como la isla de Cerdeña, se trata de trampeo mediante cepos, lazos y redes. Por su parte, en Grecia, concretamente en las islas Jónicas, practican la caza con escopeta sobre rapaces y garzas.

EL MANIFIESTO CIENTÍFICO

"Un ejemplo de la connivencia" de algunas Administraciones con la caza ilegal se encuentra en la reciente resolución del Gobierno valenciano "para permitir la captura científica de túrdidos y otras especies de aves utilizando el 'parany'", han indicado desde el colectivo.

En el acto se ha presentado un manifiesto en el que el Comité Científico de SEO/BirdLife justifica los motivos por los que "no debe usarse como método científico" para el estudio de la migración, al señalar que la solicitud presentada es "incongruente, inaceptable, inconsistente e inútil".

Este colectivo considera que la resolución del Gobierno valenciano "no tiene la más mínima base científica y puede considerarse un fraude de ley", por lo que se exige su "derogación inmediata", ha señalado Emilio Barba, de la Universidad de Valencia e integrante del Comité, durante el acto de presentación en el Jardín Botánico.

El manifiesto de los científicos "echa por tierra" la totalidad de los supuestos que han justificado la resolución del Gobierno autonómico para permitir la caza en 33 'paranys'.

En SEO/BirdLife llevan "muchos años trabajando contra estos métodos de caza" que acaban con la vida de aves de una forma "cruel e ilegal". Esta práctica está considerada como delito en el Código Penal, y como tal las Administraciones "deberían acatarlo sin fisuras", ha apuntado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

También ha recordado el recurso interpuesto por la ONG contra la resolución que autoriza estos 33 paranys "científicos", además de la denuncia este año ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Seprona de otros 28 activos actualmente y no autorizados en Castellón.

Por su parte, Mario Giménez-Ripoll, delegado de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana, ha subrayado el carácter "constructivo" de esta ONG que, a la vez que critica y denuncia las prácticas que "masacran la fauna silvestre, avanza en la resolución de los problemas lanzando, como en este caso, una campaña de concienciación y sensibilización en positivo a la ciudadanía".


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