Actualizado 04/06/2008 15:35

Somalia se enfrenta a la peor crisis humanitaria de la última década, según el Cruz Roja Internacional

GINEBRA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

La vida de miles de civiles se encuentra en serio peligro debido a la escasez de alimentos y de agua, la elevada intensidad del conflicto armado y la grave sequía que azota Somalia, en la mayor crisis humanitaria registrada en los últimos diez años en el país africano, según un comunicado emitido hoy por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que hizo un llamamiento a la comunidad internacional para poder atender a medio millón de personas.

"Somos testigos de la peor tragedia registrada en el último decenio en Somalia", aseguró el jefe de la delegación del CICR para Somalia, Pascal Hundt. "Las condiciones de vida de numerosas familias son sumamente difíciles. La gente está totalmente agotada a causa de su interminable lucha por la supervivencia. Entre el prolongado conflicto armado y otros tipos de violencia, encontrar agua y alimentos para la familia es un reto cotidiano. También es cada vez más difícil obtener atención médica y vivienda" añadió.

En las próximas semanas, y en coordinación con el Programa Mundial de Alimentos y Care, Cruz Roja tiene previsto distribuir raciones de alimentos para atender a las necesidades de 435.000 personas durante los próximos cuatro meses. El CICR está haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para poder financiar este proyecto y para que alrededor de 150.000 somalíes puedan recibir artículos domésticos de primera necesidad, como mantas, materiales para albergues y utensilios de cocina.

La situación en Somalia, que vive ya una de las peores crisis del mundo desde un punto de vista humanitario, según el CICR, ha continuado deteriorándose desde comienzos del año. Son cada vez más las ciudades y poblados de las regiones del centro y sur del país en las que se registran enfrentamientos armados, y la lucha sigue siendo particularmente intensa en la capital, Mogadiscio.

Numerosos civiles han resultado heridos o han muerto. Hay cientos de miles de desplazados internos y la mayoría vive ahora al aire libre o en campamentos rudimentarios, lejos de todo tipo de instalaciones médicas, asegura Cruz Roja. La situación en materia de seguridad es cada vez peor y la extrema fragilidad de la economía dificulta aún más la supervivencia de muchas comunidades rurales cuyos mecanismos para hacer frente a la situación están ya al máximo de sus posibilidades.

SITUACIÓN DESESPERADA

Las zonas más afectadas son las del centro de Somalia, debido a la escasez de lluvias y al bajo rendimiento de los cultivos durante los últimos dos años. Existe una grave carestía de alimentos y agua, y el ganado se ha debilitado por la sequía que afecta a los pastizales. Un creciente porcentaje de la población depende ahora de la ayuda humanitaria para su supervivencia, añadió la ONG.

El CICR recordó en su comunicado que la elevada tasa de inflación y el aumento mundial de los precios de los productos básicos, especialmente de la importación de productos de primordial importancia, como los alimentos y el combustible, agravan la situación.

Cruz Roja asegura haber distribuido, entre mediados de febrero y mayo, 2,3 millones de litros de agua diarios a 470.000 personas en más de 400 lugares. Más de 268.000 personas recibieron materiales para albergues y artículos domésticos de primera necesidad. Alrededor de 100.000 personas recibieron raciones de alimentos para cubrir las necesidades de un mes.

Además, el CICR intensificó su apoyo a los centros de salud dirigidos por la Media Luna Roja Somalí para atender a aproximadamente 200.000 personas, y mantiene su apoyo a largo plazo a los principales hospitales de Mogadiscio (Keysaney y Medina). Desde enero, más de 1.300 heridos por armas han sido atendidos en esos hospitales, una tercera parte de ellos mujeres y niños.

"La población somalí atraviesa una situación de sufrimiento intolerable", dijo Hundt. "Seguimos exhortando a todas las partes en el conflicto a respetar las normas del derecho internacional humanitario, en particular la obligación de proteger la vida de los civiles, incluidos el personal médico y los trabajadores humanitarios", concluyó.