MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Federación Estatal de SOS Racismo, Mikel Mazquiarán, afirma que el Ministerio del Interior encierra en los centros de internamiento de extranjeros (CIE) a inmigrantes a sabiendas de que no podrá expulsarles, porque utiliza esta medida restringida por ley a la ejecución de las deportaciones como un "castigo" para personas en situación irregular.
Mazquiarán se refería así al hecho de que el 47,51% de los 9.002 inmigrantes retenidos en los CIE el año pasado resultaron inexpulsables, algo que ocurre porque proceden de países con los que no hay convenio de repatriación o porque no se consigue determinar su lugar de origen, entre otros supuestos.
El responsable de SOS Racismo dice que "en muchos casos, la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, que es la que propone al juez el internamiento, sabe ya antes de conocer qué decisión adoptará, que con esa persona va a resultar imposible poder llevar a cabo la expulsión". "Ahí nos encontramos con una actuación ciertamente contraria a derecho, en la medida en que si se sabe positivamente que no se va a llevar a cabo, no puede ni debe proponer su internamiento", explica.
"Nuestra experiencia viene a decir que los CIE se utilizan como castigo añadido a alguien que no habiendo sido expulsado, arrastra desde hace tiempo un expediente de expulsión. Un buen día se topan de nuevo con la brigada de extranjería y ese día le proponen internamiento como medida de castigo ejemplarizante, cuando no se solicitó cuando se le incoó el expediente", afirma Mazquiarán.
En su opinión, "hay un abuso de la medida de internamiento que es constatable en la práctica" y, además, las cifra constatan que "los CIE ni siquiera sirven para lo que han sido creados", es decir, conseguir la expulsión del territorio de un inmigrante.
