Actualizado 15/02/2010 11:50

UE.- Aumentar al consumo de biocombustibles agudizará el hambre y no detendrá el cambio climático, según Ayuda en Acción

MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

La nueva legislación de la Unión Europea (UE) establece que el 10 por ciento de los combustibles de transporte debe provenir de fuentes renovables para 2020 y, para lograrlo, hay que aumentar el consumo de biocombustibles industriales, una solución que, según un informe que publicó hoy Ayuda en Acción, agudizará el hambre en el mundo y no servirá para detener el cambio climático.

El estudio 'Comida o gasolina: el impacto de los biocombustibles industriales en las personas y el hambre en el mundo', asegura que para hacer frente a dicho objetivo sería necesaria una superficie de cultivo total de hasta 17,5 millones de hectáreas, más de la mitad del tamaño de Italia, una situación que provocaría que "hasta cien millones de personas más" podrían pasar hambre si España, como presidenta de la UE, y Europa, se comprometen a un aumento del consumo de biocarburantes.

La ONG afirma que el Gobierno español tiene la "responsabilidad" de promover medidas para hacer realidad los compromisos en Coherencia de Políticas para el Desarrollo y garantizar que otras políticas, como la energética o de cambio climático, "no perjudican los esfuerzos llevados a cabo en la lucha contra la pobreza y el hambre".

En este sentido, subraya que "a pesar de su publicidad y denominación 'verde', la mayoría de los biocombustibles industriales no ahorran emisiones de gases de efecto invernadero si se comparan con los combustibles fósiles a los que reemplazan y advierte que el uso de fertilizantes adicionales para este cultivo libera óxido nitroso, "uno de los gases de efecto invernadero más contaminantes".

Así, lamenta que los más perjudicados sean los países en vías de desarrollo donde, las empresas de la UE "ya han adquirido o están en negociaciones para obtener al menos cinco millones de hectáreas", un fin que tiene como consecuencia, a juicio de la organización, el desplazamiento de personas a otros lugares de trabajo que conlleva, además, "promesas rotas sobre los salarios, las oportunidades de empleo y escasez de alimentos para la población local y desplazada".

Según indica el autor del informe, Tim Rice, "los gobiernos de la UE deben reconocer los problemas inherentes a los biocombustibles industriales y actuar de inmediato para cambiar sus políticas sobre el uso de los mismos porque si no lo hacen, abren la puerta a un futuro para los pobres del mundo donde el hambre y las crisis del clima seguirán aumentando".