Actualizado 04/02/2010 15:24

UNICEF denuncia que uno de cada diez niños paquistaníes muere antes de los cinco años "por falta de todo"

La portavoz de la agencia en Pakistán asegura que los 1,3 millones de desplazados del noroeste necesitan apoyo en "temas vitales para la infancia"


MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió este jueves de que en el conjunto de Pakistán uno de cada diez niños no llega a los cinco años de edad "por falta de todo", una situación que se agrava en las zonas de conflicto del noroeste del país, en la que "más de 1,3 millones de desplazados" necesitan apoyo en "temas vitales para la infancia", como la salud materna e infantil, agua, saneamiento, educación primaria o protección de la infancia.

Las poblaciones del noroeste ya eran, de por sí, "las más marginadas del país" antes del conflicto entre el Ejército y las milicias talibán, según declaró a Europa Press la portavoz de UNICEF en Pakistán, la española Antonia Paradela. Ejemplo de ello, explicó, es que, "en las siete agencias tribales, sólo el siete por ciento de las mujeres y las niñas saben leer y escribir", por lo que el conflicto incluso puede servir de "oportunidad" para llegar a muchos niños y madres "que nunca tienen acceso a vacunas ni escuelas primarias".

El número de desplazados en el noroeste alcanzó su cénit en agosto de 2008, con más de tres millones de personas, el 60 por ciento de los cuales eran niños. "Lo importante es que ya han pasado 18 meses y más de 1,3 millones de personas siguen desplazadas y necesitan apoyo en temas vitales para la infancia, como la salud materna e infantil, agua, saneamiento, educación primaria o protección de la infancia", denunció Paradela.

En este periodo, el 90 por ciento de los desplazados del Valle del Swat ya han regresado, "pero también hay que atender a los que han regresado y a los que nunca habían salido de la zona del conflicto, porque han quedado destruidas las clínicas y las escuelas públicas", prosiguió. "Además, hay nuevas oleadas en las zonas fronterizas con Afganistán, gente que regresa, gente que sigue en la zona, gente que regresa y vuelve a irse hasta por tercera vez", agregó.

En todo caso, advirtió Antonia Paradela, en las zonas del país en las que no hay conflicto armado "la situación no es perfecta". "En Pakistán, uno de cada diez niños no llega a cumplir cinco años, lo que quiere decir que, de los cuatro millones de niños que nacen cada año, 400.000 morirán con menos de cinco años por falta de todo", aseveró.

Entre esas carencias, la portavoz destacó la falta de atención médica primaria y de información de la mujer, la situación de las madres adolescentes sometidas a "partos múltiples y malnutridas" y el desconocimiento de las medidas de higiene. "Dos de cada tres partos se hacen en casa, con la ayuda de mujeres que cortan el cordón umbilical con cuchillos oxidados, son cosas que en España no ocurren desde el siglo XIX y ocurren actualmente en Pakistán", manifestó.

REDES TRADICIONALES DE PROTECCIÓN

Una de las consecuencias de la guerra, explicó Antonia Paradela, ha sido "la desestructuración" de las redes sociales de protección, en especial de las estructuras comunitarias a las que la gente acudía en caso de necesidad. En Pakistán, explicó, "la solidaridad entre ellos es impresionante".

No obstante, advirtió, los mecanismos tradicionales de apoyo a los niños "pueden ser dañinos". Por ejemplo, explicó, "la gente piensa que casando a las niñas de doce años se les está protegiendo". Aparte, muchas familias envían a sus niños a las escuelas coránicas, las madrasas, para ayudarles. "Muchas madrasas pueden ser muy legítimas, pero otras son tapaderas para reclutamiento de niños" y su posterior utilización en atentados suicidas. Por ello, "los mecanismos tradicionales a veces son dañinos, la gente de buena fe piensa que está haciendo lo mejor y está exponiendo a los niños a peligros", afirmó.

Según Antonia Paradela, la respuesta internacional a las grandes crisis, en particular el terremoto de 2005 --que causó más de 40.000 muertos-- o la actual situación de los desplazados, ha evitado situaciones que "podrían haber sido muchísimo peor" de lo que fueron e incluso contribuyeron a impedir epidemias de enfermedades contagiosas, como el sarampión y el cólera.

No obstante, "lo importante es reforzar las estructuras para que los organismos públicos puedan responder en situaciones de emergencia y en situaciones de paz con las poblaciones más marginadas, sobre todo los niños y las mujeres", precisó. Con ese objetivo, explicó las organizaciones que trabajan sobre el terreno llevan a cabo sus labores en coordinación con las autoridades provinciales y locales para ayudar a reforzar el sistema público, así como con las comunidades y los padres de los niños.

"Más allá de la retórica de algunos medios de comunicación paquistaníes chauvinistas, la receptividad de los paquistaníes es muy buena, se trabaja muy bien con los gobiernos locales y provinciales", explicó. "La acogida a los trabajadores extranjeros es muy cálida", aseguró.