AMÁN, 18 Jun. (Reuters/EP) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha emplazado este miércoles a los Gobiernos de Jordania y Líbano a seguir permitiendo la entrada de refugiados en su territorio, tras el bombardeo del régimen que preside Bashar al Assad contra un campamento de desplazados en Siria.
El director de Operaciones de ACNUR en Jordania, Andrew Harper, ha dejado claro que hay "muy pocas" zonas que sean seguras dentro de Siria y ha subrayado que los países vecinos deben seguir manteniendo abiertas sus fronteras para los refugiados que huyen de la guerra en Siria.
"Hay muy pocas zonas en Siria que sean seguras, por eso es importante que los países continúen manteniendo sus fronteras abiertas porque levantar campos en lugares peligrosos no da protección a las personas", ha afirmado Harper, en declaraciones a Reuters.
"Si creas un campamento para personas que necesitan protección, necesitas un lugar protegido. Las personas que huyen de la violencia deben, al menos, poder cruzar la frontera con seguridad", ha explicado el alto cargo de la agencia de Naciones Unidas.
Las autoridades jordanas permiten en la actualidad la entrada algunos grupos de refugiados a través de un puesto de control fronterizo financiado por Naciones Unidas y situado cerca de la frontera con Irak, un lugar al que los refugiados tardan días en llegar.
Las autoridades de Amán han impuesto este mes restricciones a la entrada de sirios que han llegado a través de sus aeropuertos y de los puestos de control en la frontera con Siria, según han indicado fuentes oficiales.
Más de 160.000 personas han muerto desde el inicio de la guerra en Siria, que comenzó con una ola de manifestaciones contra el régimen de Bashar al Assad a mediados de marzo de 2011 que fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
