Actualizado 15/09/2010 14:42

AI denuncia que los menores en centros terapéuticos siguen "en riesgo" porque Gobierno y CCAA no han avanzado

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España se somete al examen de la ONU sobre la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño


MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

La sección española de Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que la situación de los menores con trastornos de conducta internados en centros terapéuticos continúa siendo de "riesgo" porque ni el Gobierno ni las Comunidades Autónomas han avanzado en proporcionar más garantías, pese a los informes del Defensor del Pueblo y la propia ONG que en 2009 revelaron la existencia de "castigos corporales", "contenciones físicas", "sobremedicación" y "ausencia de control judicial" en estas instalaciones.

Así lo expone la organización en el informe 'Si vuelvo me mato II', que da continuidad al presentado en diciembre de 2009 para analizar cuál ha sido la respuesta de las administraciones competentes desde entonces. Concluye que los avances son "prácticamente inexistentes" porque, entre otras razones, "las autoridades estatales y autonómicas han mostrado más preocupación por su propia imagen que por una revisión seria de su normativa, políticas y acciones".

En concreto, Amnistía expresa "serias dudas sobre la voluntad política" del Ministerio de Sanidad y Política Social "por pasar a la acción" en este asunto y denuncia que las comunidades directamente implicadas en los informes --Madrid, Cataluña y Andalucía--, "han mantenido básicamente posturas defensivas" y en algunos casos, "han llegado a tratar la situación denunciada como un asunto de simple alarma social".

Respecto al Ministerio Fiscal, aunque Amnistía dice valorar "la disposición mostrada", señala que "las funciones de inspección en los Centros de Protección Terapéuticos no se han desarrollado con la frecuencia prevista y no tienen características similares para garantizar la debida diligencia en la protección de los derechos de los menores".

'SI VUELVO ME MATO I'

El informe de referencia publicado el pasado año denunciaba que en los centros para menores con problemas de conducta se realizaban procedimientos administrativos sin garantías y existían barreras para acudir a la justicia, dejando a los chicos en situación de "indefensión y la incertidumbre" ya que "carecen de información, asistencia legal, y mecanismos reales, efectivos y protegidos para formular sus quejas y denuncias sobre presuntos abusos".

Asimismo, el trabajo revelaba que en estas instalaciones se producían "castigos y prácticas que pueden ser equivalentes a torturas o trato cruel, degradante o inhumano o que contravienen normas internacionales" como castigos corporales, aislamientos forzados, humillaciones, revisiones invasivas de carácter abusivo, sobremedicación y contenciones físicas y químicas con carácter sancionador.

Según el citado informe, todo esto se produce sin que existan mecanismos de supervisión por parte de las administraciones públicas y mientras se produce un "incumplimiento de la normativa" existente en materia de supervisión por parte del Ministerio Fiscal. Además, la organización acusa "deficiencia" en la recopilación de datos y su actualización y afirma que no hay información pública basada en datos fiables y comparables de todo el Estado".

REVISIÓN EN LA ONU

España se examina este miércoles ante la ONU sobre el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, momento que Amnistía considera "una buena oportunidad para priorizar este asunto y dedicar los esfuerzos necesarios para mejorar la situación de los menores" con trastornos de conducta desarrollando una ley que proteja sus derechos.

Para la organización, la norma debe asegurar que "todo el sistema de protección toma como guía las normas internacionales" y que se ejercen las funciones de inspección "con la debida diligencia" así como "cumplir con investigar de manera exhaustiva e imparcial las alegaciones de abusos, garantizando a quienes denuncian que no serán objeto de represalias".

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