VALLADOLID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, condicionó hoy de nuevo el "debate serio" sobre la instalación de un almacén temporal centralizado de residuos nucleares en la Comunidad a la revisión, por parte del Gobierno central, de su decisión sobre el cierre de la central de Santa María de Garoña.
Herrera, en declaraciones al programa de Radio Nacional de España 'En Días como Hoy' recogidas por Europa Press, puso de nuevo de manifiesto que la Junta entrará en un debate "serio" cuando el Ejecutivo central revise la decisión sobre Garoña ya que, en caso de ser así, la Junta estaría "evidentemente dispuesta" a considerar los "pros" y los "contras" de esta decisión, que en la actualidad "se está subastando" entre los ayuntamientos de España.
Tras reconocer que su "intuición personal" le lleva a considerar que la "nueva ceremonia de confusión" esconde un "acuerdo teledirigido" con uno de los ayuntamientos que lo ha solicitado, en concreto el de Ascó, nombre que no obstante no pronunció por "discreción", el presidente de Castilla y León vinculó de nuevo la búsqueda de un "consenso" con la consideración sobre el cierre de la central nuclear ubicada en la provincia de Burgos, que constituye un "dislate" y que es fruto de un "capricho" del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien con "absoluta discrecionalidad" decidió "apartarse del criterio objetivo y técnico" del Consejo de Seguridad Nuclear.
"Si el presidente del Gobierno pretende que estas cuestiones se resuelvan desde la racionalidad, el diálogo y el consenso queremos decirle que Castilla y León entiende que este debate debe darse, que deben apreciarse las razones, que está convencida de que desde el punto de vista técnico está prácticamente solucionado todas las reservas que pueda plantear una instalación como la que ahora pretende establecerse pero que no puede entrar en este debate, diálogo y consenso mientras no se rehaga lo que un capricho del propio presidente del Gobierno decidió", aseveró.
A su juicio, es "muy complicado" explicar tanto a Castilla y León como a su Gobierno, "al que se le ha ninguneado", que no se trata de una tierra "apta" para el mantenimiento de una central nuclear "con sus 1.400 puestos de trabajo asociados" y "con todas las garantías técnicas" pero sí para entrar en un debate "en virtud de no se sabe qué ley del embudo".
"Si el Gobierno quiere hacer las cosas bien, aunque parece que no sabe tampoco en estos términos, que rehaga y que reponga esa situación", reiteró antes de referirse a la "comprensión" hacia la autonomía municipal y al "desconocimiento" de la Junta al respecto de este tema y de ratificar la seguridad que rodea a estos proyectos para que, "además de una buena actividad económica", sea acorde "con los intereses de las personas y del medio ambiente".
