Actualizado 29/01/2010 19:58

ATC.- La localidad cacereña de Albalá, que esta tarde decide si solicita el almacén, acogió minas de uranio en los 70

ALBALÁ (CÁCERES), 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

La localidad cacereña de Albalá, cuya corporación municipal decidirá esta misma tarde si solicita acoger el almacén nuclear, acogió hasta la década de los setenta varias minas de uranio, que recibían nombres como Los Ratones, Las Perdices y La Carretona.

Debido a ello muchos de los vecinos de esta población de 800 personas están familiarizados con la proximidad de instalaciones relacionadas con la radiactividad, de ahí que parece prevalecer en el pueblo la opinión de los que son favorables a la implantación de un Almacén Temporal de Residuos Nucleares (ATC), aunque hay diversidad de pareceres.

La iniciativa será debatida por los siete ediles de la corporación, cinco de ellos pertenecientes al gobernante Grupo Independiente de Albalá (GIA) y dos al Partido Popular, mientras varias decenas de vecinos se agrupan en las puertas del ayuntamiento.

Antes del pleno extraordinario y urgente en el que, en su caso, se autorizará al ayuntamiento a efectuar la solicitud correspondiente, concejales encabezados por el alcalde, Jesús Pascual, están manteniendo una reunión informativa con agrupaciones cívicas de la localidad, tales como la Asociación Recreativa San Martín y la Asociación de Amigos del Caballo, además de colectivos de deportes y de caza.

En las puertas del consistorio se agrupa medio centenar de vecinos, si bien son superados en número por los numerosos periodistas que se han desplazado al lugar para cubrir informativamente la sesión plenaria.

TRABAJO Y SALUD

Los vecinos conversan tranquilos y se muestran curiosos ante la llegada de tantos periodistas y reporteros gráficos. Entre los partidarios de la ATC está Francisca María, quien consideró, en declaraciones a Europa Press, que el almacén daría "bastantes puestos de trabajo a la juventud y muchos beneficios al pueblo".

También apoya la instalación Mateo Sánchez porque "generaría beneficios y no perjudicaría a la salud", mientras que Juan Francisco Muñoz considera, por el contrario, que puede "tener consecuencias más malas que buenas" en particular en "temas relacionados con la salud". Esta última posición es compartida por María José Márquez, quien achaca a la presencia de las minas de uranio hace décadas ciertos "problemas de salud" en vecinos del pueblo.

Por su parte, Máximo García, miembro de la Plataforma de Afectados por Almaraz que se ha desplazado al lugar, sostiene que un ATC es "necesario" en España, aunque no debe estar en Extremadura, sino en "lugares preferentes" para tratar residuos "peligrosos", como las comunidades de Madrid o Cataluña.

Mientras tanto, otros vecinos bromean con la posible llegada al pueblo del polémico ATC. Así, unas mujeres comentan entre risas que si hay un almacén nuclear igual "se instala una piscina municipal".