Actualizado 20/10/2008 20:49

La Audiencia Provincial de Jaén absuelve al hombre acusado de abusar sexualmente de una menor de edad

JAÉN, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Jaén ha absuelto al hombre acusado de abusar sexualmente de una menor, a la que posteriormente se le reconoció una minusvalía del 15 por ciento, y que en el juicio alegó que toda esta denuncia era una "fabulación" orquestada con el fin de echarle de la pequeña aldea jiennense en la que supuestamente sucedieron estos hechos y en la que denunciantes y denunciados son vecinos.

Fuentes de la defensa consultadas por Europa Press explicaron que la Audiencia no considera que esté acreditado en modo alguno la existencia de esas relaciones y subraya que, en todo caso, en la conducta del denunciado no concurren los requisitos necesarios para condenarle por un delito de abuso sexual, con lo que solo procede absolverle.

En el juicio, que se celebró este mes en la sección segunda de la Audiencia provincial de Jaén, el acusado, Manuel B.R., argumentó que él tiene un rebaño de cabras a las que saca a pasear en esa aldea y que ciertos vecinos le "machacan" por ello y quieren hacerle "la vida imposible".

Además, la defensa sostuvo que la joven, que en esa época tenía unos 15 años, estaba enamorada de él y argumentó como prueba de ello una carta de amor que ella le mandó al procesado y que se embarcó en todo este proceso judicial por la frustración que sintió al comprobar que no era correspondida.

No obstante, la denunciante declaró que hubo tres encuentros concretos --el 21, el 23 y el 25 de junio de 2005-- en los que Manuel B.R. consumó esas agresiones sexuales. La primera agresión se produjo cuando el hombre saltó la verja de su casa y entró en la cocina, donde la obligó a beberse un refresco que le produjo un mareo para proceder después a tocarle por debajo de la ropa, según afirmó.

En la segunda agresión llegó a penetrarla vaginalmente, tal y como manifestó, mientras que en la tercera ocasión no llegó a pasar nada porque les sorprendió su padre, siempre según su testimonio. Además, la joven ratificó que no se había acostado con nadie hasta entonces y que no estaba enamorada del procesado.

Por su parte, una de la peritos que le practicó en junio de 2005 un examen ginecológico explicó que la joven presentaba una "desfloración antigua" y que su himen se le rompió "hacía tiempo". También relató que la muchacha justificó entonces ese detalle en el uso de tampones y que, a tenor de las pruebas que le practicó, no descubrió signo alguno que permitiera valorar la posibilidad de que fuera forzada sexualmente.

A continuación, la madre de la joven testificó que siempre habían tenido una relación de amistad con el procesado, si bien también reconoció que se cruzaron denuncias por cuestiones de la vecindad y por insultos mientras que el padre confirmó que sorprendió en un paraje retirado a su hija a solas con este hombre y que fue precisamente el vecino al que el acusado considera como ideólogo de esta situación el que le avisó de dónde estaba su hija.