Actualizado 05/06/2014 18:07

Bergoglio intervino en la redacción de la ley argentina de migración que sustituyó a la de Videla, en lo que toca a DDHH

Fabio Baggio, fue delegado de Migraciones con Bergoglio en Buenos Aires
EUROPA PRESS


MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El cardenal Jorge Mario Bergoglio, ahora Papa Francisco, impulsó "una acción directa" junto a la Delegación de Migraciones de Buenos Aires para sacar adelante la nueva Ley de Migración argentina aprobada en 2004 que sustituyó a la Ley de Videla, una "ley de control militar a los migrantes", según ha informado el director del Instituto Internacional de Migraciones de los Scalabrini de Roma (SIMI, por sus siglas en inglés), que fue delegado de Migraciones en la diócesis de Buenos Aires en tiempos del cardenal Bergoglio.

"En el trabajo político estuvimos bastante comprometidos en primera línea en la formación de la nueva ley de migración, la ley de 2004 que sustituye la ley militar de Videla, una ley de control militar de los migrantes", ha afirmado en una entrevista concedida a Europa Press.

Concretamente, Baggio ha indicado que la impulsaron a través de encuentros con los actores políticos que estaban preparando la ley así como por medio de intervenciones públicas en favor de la nueva norma. También participaron en la definición de los párrafos de la ley que tenían que ver con la defensa de los Derechos Humanos con "propuestas muy concretas". Según ha precisado Baggio, fue un "trabajo intenso" que duró seis años, desde 1998 hasta 2004.

Para Baggio, la nueva ley argentina sobre migración, fundamentada sobre los Derechos Humanos, es "si no la mejor, una de las mejores leyes de inmigración del mundo" que debería ser tenida en cuenta a la hora de redactar nuevas leyes sobre este asunto.

En este sentido, Baggio ha indicado que las principales preocupaciones del cardenal Bergoglio en Buenos Aires eran la cuestión de la regularización, uno de los ejes de su trabajo, pues a su juicio, la situación de irregularidad "podía obstaculizar el encuentro" al que Francisco tantas veces se refiere. Asimismo, según ha recordado, Bergoglio les insistía mucho no solo en abrir las puertas de la Iglesia a los inmigrantes sino también en ir a buscarlos y ayudar a superar las discriminaciones.

Otro tema "muy querido" por el cardenal era, según apunta, el de los niños migrantes, mostrando una gran preocupación por su educación. Asimismo, trabajaron contra la trata de seres humanos ya que Argentina y, en general, Sudamérica está marcada por este fenómeno "subterráneo".

ACOMPAÑAR A LOS INMIGRANTES "SIN LEVANTAR MUROS"

Desde que fue proclamado Papa, según ha precisado Baggio, Francisco ha dejado clara su postura sobre el trato que se da a los inmigrantes, empezando por su primera visita pastoral a Lampedusa, llamando constantemente la atención a quienes tienen responsabilidades y alertando también de los "comerciantes de carne humana" que están detrás.

"A los Estados de origen les dice que no pueden esperar a que todo llegue de fuera y hacer que la lucha contra la corrupción sea prioridad; a los países de tránsito, les pregunta qué tipo de acogida se brinda a los migrantes, sobre todo a aquellos reclutados en sus países, no para penalizar a las víctimas sino para condenar a los responsables; y a los Estados receptores les dice que tienen una doble responsabilidad de cooperación con los países de origen para que los inmigrantes tengan una vida digna y de acompañamiento sin levantar muros", ha apuntado.

Sobre las vallas y las cuchillas de Ceuta y Melilla, Baggio ha precisado que "es un intento de detener un fenómeno que no se va a detener" y ha puesto como ejemplo el caso de EE.UU. donde la inmigración irregular "ha ido decreciendo no por el muro que han construido a lo largo de 3.000 ó 4.000 kilómetros o los controles extra tecnológicos sino por la crisis".

A su juicio, si cada municipio --él lo ha pensado para Italia pero cree que podría ser aplicable a España-- se encargara de recibir a cuatro personas al año, "ya no habría emergencia". "¿La única respuesta son los centros de detención?", se ha preguntado para apuntar que hay que "implementar un sistema que no sea un centro de detención" los cuales, a su juicio, son "prisiones" para los inmigrantes.

EL TEMA DE LA MIGRACIÓN EN LAS HOMILÍAS

Otro problema, según ha indicado, es la actitud de rechazo que aún hay en las comunidades, en las parroquias, ante la llegada de inmigrantes. Por ello, Baggio apuesta por introducir el tema de la migración en las homilías del domingo así como en las catequesis y en las escuelas.

De hecho, así lo propondrá durante las Jornadas de Delegados y Agentes de Pastoral 2014 organizadas por la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que se celebran en El Escorial desde este jueves hasta el próximo sábado.

Baggio ha explicado que de la época en la que trabajó mano a mano con Bergoglio, se dejaron un sueño por cumplir, la creación de un centro para hospedar a 3.000 inmigrantes de la capital en un edificio que les había prometido el Gobierno, y que no pudieron llevar a cabo porque "la acción política de algunos que estaban en contra de la Iglesia no lo permitió". Según ha indicado, este gesto hubiera sido muy importante en aquellos momentos pues tenían muchas familias, sobre todo de Perú, con hijos a su cargo.

Por otra parte, ha recordado que en su visita al Centro Astalli de Roma, el Papa Francisco planteó un "desafío" a todos los religiosos y religiosas con casas vacías en Roma y, según ha precisado, su congregación se sintió "tocada" ante este mensaje. Por ello, ahora que se queda una de sus casas vacías, se están planteando la posibilidad de prepararla para acoger y atender a 40 personas que lo necesiten.