La comisaria de Ayuda Humanitaria visita Bamako hoy para analizar las necesidades sobre el terreno


BRUSELAS, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

La comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, ha anunciado este martes una nueva ayuda humanitaria europea de 20 millones de euros para Malí ante el agravamiento de la situación por los combates sobre el terreno tras la intervención militar francesa para frenar el avance de los grupos islamistas radicales hacia el sur del país.

Georgieva, que se ha desplazado a la capital maliense para analizar las necesidades sobre el terreno y evaluar cómo optimizar la ayuda comunitaria, ha reconocido desde Bamako que desde que visitó el país el pasado mes de diciembre "la situación se ha deteriorado más por los combates entre las fuerzas islamistas y el Ejército maliense que se acercan al sur, lo que se traduce en más necesidades".

"Por eso hemos movilizado 20 millones de euros adicionales para cubrir la vulnerabilidad humanitaria creciente", ha precisado en un comunicado, en el que ha apelado a otros donantes a actuar "rápidamente" también en consencuencia y a todas las partes sobre el terreno a "garantizar la protección de los civiles y el respeto por el Derecho Internacional Humanitario".

Georgieva ha recordado que Malí vive desde el año pasado "una triple crisis": la crisis alimentaria, la crisis política que se desecadenó a raíz del golpe de Estado militar de marzo y ahora el conflicto abierto contra los grupos islamistas radicales que controlan el norte del país y emprendieron su avance hacia el sur.

La comisaria tiene previsto reunirse durante su visita a Bamako entre otros con el primer ministro del país, Diango Sissoko, con el comandante de la misión de entrenamiento de la UE para Malí, general de Brigada francés, François Lecointre, y con varios representantes de ONG.

Georgieva ha recordado que la comunidad internacional logró "evitar los peores efectos de la crisis alimentaria" en Malí y en el resto del Sahel aportando ayuda para alrededor de 18 millones de personas en la zona, pero ha insistido en que "el aumento del impacto de la violencia y los enfrentamientos en el norte ha forzado a más de 350.000 personas a huir al sur y a los países vecinos y han provocado necesidades humanitarias masivas" que hay que atender.

La llegada de miles de nuevos desplazados internos a las comunidades del sur del país y de refugiados a los campamentos ubicados en Burkina Faso, Mauritania y Níger está provocando una presión alimentaria importante para las comunidades locales y se suman a los 145.000 refugiados y 200.000 desplazados internos ya registrados el año pasado por el conflicto.

Según datos de Bruselas, unas 10,8 millones de personas están en riesgo de hambruna en la región del Sahel, incluidos unos 4,2 millones de malienses. Sólo en en el norte de Malí se estima que 510.000 personas necesitan asistencia alimentaria urgente.

Bruselas ve necesaria una respuesta de emergencia "a gran escala" en dos frentes. Primero para abordar las necesidades adicionales derivadas del conflicto y para limitar la seguridad alimentaria y la tasa de desnutrición, sobre todo entre los miles de menores desnutridos.

La nueva ayuda comuntiaria se suma a los 73 millones de euros que la Comisión Europea comprometió para Malí en 2012, mientras que los Estados miembros aportaron otros 38 millones por su parte el año pasado.

La Comisión Europea está canalizando su ayuda a través de las agencias de la ONU, la Cruz Roja/Media Luna Roja y otras ONG internacionales presentes sobre el terreno para que puedan atender rápidamente las crecientes necesidades humanitarias.

A pesar de la precaria situación de seguridad sobre el terreno, el Ejecutivo comunitario ha confirmado que las organizaciones han podido seguir prestando ayuda médica, servicios nutritivos y asistencia alimentaria, agua y servicios sanitarios y apoyo para la prevención y tratamiento de epidemias en las regiones de Gao, Kidal y Tombuktú, controlados por grupos islamistas.

AYUDA AL DESARROLLO

Al margen de la ayuda humanitaria, la Comisión Europea está estudiando movilizar otros 250 millones de ayuda al desarrollo para Malí, tal y como anunció el comisario de Desarrollo, Andris Piebalgs, el pasado jueves tras la reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores de la UE para discutir su apoyo a Malí.

Con el objetivo de apoyar los esfuerzos del Gobierno de Bamako para promover la transición hacia la democracia en el país, Bruselas confïa en que se puedan reanudar "lo antes posible" un número de programas de ayuda al desarrollo, entre otros para ayudar a reconstruir a la sociedad civil, reforzar la seguridad alimentaria y mejorar el acceso a agua potable en Bamako, entre otros.

La UE suspendió 230 millones de euros de ayuda al desarrollo para Malí a raíz del golpe de Estado.