ROMA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Los cerca de 300 inmigrantes fallecidos en el naufragio el jueves pasado de un barco frente a las costas de Lampedusa recibirán un funeral de Estado, según ha anunciado este miércoles el primer ministro, Enrico Letta, durante la visita a la isla italiana.

   Los equipos de rescate han recuperado hasta el momento 298 cadáveres, 193 de ellos del interior del casco del barco, que quedó a unos 50 metros de profundidad tras el naufragio, desencadenado por un fuego a bordo hecho para llamar la atención en la costa sobre su presencia.

   Está previsto que las labores de búsqueda por parte de los buceadores queden suspendidas hoy, si bien todavía habría desaparecidos, ya que a bordo del barco, que partió de Libia, viajaban unos 500 inmigrantes, incluidas mujeres y niños, y solo unos 150 sobrevivieron.

   Letta ha visitado este miércoles Lampedusa junto con el viceprimer ministro y titular de Interior, Angelino Alfano, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y la comisaria europea de Interior, Margot Wallström.

   El primer ministro ha insistido en que lo ocurrido no es un problema solo de Italia, sino "un drama europeo" y ha aprovechado para pedir "públicamente disculpas por las carencias que el Gobierno y las instituciones han demostrado en este asunto".

   "Puedo anunciar aquí que habrá funerales de Estado para las víctimas", ha anunciado Letta, que ha sido recibido, al igual que Barroso con abucheos y gritos de "vergüenza" por los habitantes de Lampedusa.

VISITA AL CENTRO DE ACOGIDA

   La delegación oficial se ha entrevistado con la alcaldesa de la isla, Giusi Nicolini, ha rendido homenaje a los fallecidos en el hangar del aeropuerto donde se encuentran los féretros y ha realizado una visita relámpago, no prevista inicialmente, al centro de acogida de Lampedusa, donde se encuentran los supervivientes y otros cientos de inmigrantes ilegales.

   En el centro de acogida, que supera su capacidad real, el primer ministro y Barroso han podido conversar con un grupo de inmigrantes. A su salida, Letta ha reconocido que ha "visto dolor y sufrimiento".

   En otro orden de cosas, el 'premier' ha admitido que sintió "una profunda vergüenza" tras saber que los supervivientes de la tragedia han sido imputados por el delito de inmigración clandestina, en virtud de la polémica Ley Bossi-Fini, que penaliza la inmigración ilegal en Italia. "Las leyes hay que aplicarlas, pero lo que ocurre aquí es un gravísimo drama humano", ha incidido.

   A este respecto, Letta ha asegurado que la supresión del delito de inmigración ilegal "es un tema político que sé que genera gran expectativa y atención". "Afrontaremos el tema y lo afrontemos desde distintas posiciones. Lo digo como jefe de Gobierno de gran coalición. Hay posiciones diferentes (pero) encontraremos un acuerdo", ha confiado.

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