Actualizado 26/05/2010 20:18

La CE dice que el precio de recortar emisiones un 30% será menor del previsto pero deja decisión a los 27

La industria se muestra preocupada por el efecto en la competitividad si la UE mejora sus compromisos de manera unilateral


BRUSELAS, 26 May. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea defendió este miércoles que mejorar el compromiso europeo de reducción de emisiones contaminantes para 2020 de un 20 a un 30% con respecto a los niveles de 1990 tendrá un coste menor de lo previsto inicialmente, pero evitó hacer recomendaciones y dejó claro que se trata de una "decisión política" en manos de los líderes de la Unión Europea.

La comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, presentó este miércoles un informe que revisa la evaluación de hace dos años del impacto económico de la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la Unión Europea y fija en 81.000 millones de euros anuales el coste de un recorte del 30%.

Según los nuevos cálculos, el coste de 70.000 millones de euros anuales estimado para reducir al 20% las emisiones contaminantes serviría en realidad para "llegar a un objetivo del 25%", porque el precio del 20% se ha reducido a 48.000 millones por año de aquí a 2020.

La crisis económica ha favorecido la reducción de las emisiones de CO2 en la Unión Europea y la caída de los precios del carbón, explicó la comisaria.

Así las cosas, con 11.000 millones adicionales al año respecto a las cuentas iniciales, la Unión Europea podría asumir el reto de reducir las emisiones en un 30%, una oferta que por el momento mantiene "condicionada" a que otros socios internacionales asuman metas equivalentes.

Hedegaard matizó que "se deben producir las condiciones para dar ese paso" y que en su opinión aún es "prematuro" tomar una decisión y "desvelar las cartas" de los 27 antes de avanzar en las negociaciones internacionales y conocer las ofertas de otros países industrializados y economías emergentes como Estados Unidos, Brasil o China.

"Si me preguntan si es el momento adecuado, la respuesta es no", zanjó la comisaria en respuesta a quienes plantean que Bruselas ha dado marcha atrás en su defensa del 30% por presiones de la industria y de países como Francia y Alemania. "Serán los Estados miembros quienes decidirán cómo y cuándo pasar al compromiso del 30%", insistió.

Hedegaard dejó claro que corresponde a los líderes europeos, que se reunirán en Bruselas el próximo 17 de junio, decidir, pero confió en que este estudio ofrezca una "base sólida" para iniciar el debate. Unos días antes, el viernes 11, los ministros de Medio Ambiente abordarán por primera vez este informe.

En cualquier caso, admitió que marcarse un objetivo más ambicioso "no es barato" pero subrayó que no sería "dinero perdido" en tanto en que se traduciría en un estímulo para la innovación, mejoraría la seguridad energética y contribuiría a la creación de empleo.

NO DAR MARCHA ATRÁS

Destacó igualmente que la Unión Europea ha reducido en la actualidad sus emisiones de CO2 en un 14% con respecto a 1990 y que se está muy lejos de los objetivos de recortar entre un 80 y un 95% las emisiones de los países industrializados para 2050.

En esta línea advirtió de que "será mucho más costoso" retrasar la lucha contra el calentamiento global puesto que, según datos de la Agencia Internacional de la Energía, "cada año de retraso supondrá una inversión añadida de entre 300.000 y 400.000 millones anuales".

"Todos tenemos que esforzarnos mucho más para cumplir" los compromisos adquiridos, pero eso "no sucederá si nadie se mueve" en la mesa de negociación internacional, dijo la comisaria antes de "dejar claro" que la Unión Europea "no puede dar marcha atrás" en sus ambiciones.

El Ejecutivo comunitario también evaluó el impacto para la competitividad europea y el riesgo de que las empresas se fuguen a países menos estrictos en la lucha contra el cambio climático.

Según el informe, si el resto de la comunidad internacional asumiera los objetivos asumidos en Copenhague, el incremento al 30% de la UE tendría "una incidencia limitada", aunque no descarta otras medidas como aplicar un gravamen a las importaciones de países más laxos.

REACCIONES

Para el grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo, la comunicación presentada este miércoles por Bruselas es una revisión "valiente" de los compromisos de la Unión Europea y tira por tierra los argumentos de quienes alertan del riesgo para la competitividad de la industria europea si se mejoran los objetivos medioambientales.

Por su parte, la patronal europea (BusinessEurope) se mostró en contra de un mayor compromiso europeo si no hay retos similares por parte de otros países, porque "enviará una señal equivocada", especialmente a la industria de mayor consumo energético que "ha sido duramente golpeada" por la crisis económica.

Su director general, Philippe de Buck, apostó por "avanzar" en la agenda climática pero consideró que "mejor que centrase en la discusión de nuevos objetivos de reducción de emisiones, la Comisión debería trabajar en promover el desarrollo de tecnologías bajas en carbono".

La organización que agrupa a las Cámaras de Comercio de la UE (Eurochambres) mostró su preocupación por las consecuencias que podría tener para la competitividad europea y para las negociaciones internacionales sobre el clima si los 27 aceptan un compromiso de reducción más ambicioso de manera "unilateral".

Además, reprochan a la Comisión que considere que la crisis económica es una oportunidad para la reducción de las emisiones y advirtió de que la caída de las emisiones contaminantes en los últimos tiempos corresponde "claramente" a una "caída de la producción y no a avances en desarrollo sostenible".

El secretario general de Eurochambres, Arnaldo Abruzzini, advirtió a Bruselas que la crisis económica no sólo ha reducido los niveles de emisiones, sino que también se ha convertido en "obstáculo" para las inversiones de las empresas en acciones sostenibles a largo plazo.

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