MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las aguas atlánticas de la costa subsahariana registraron hoy la segunda tragedia en materia migratoria de los últimos quince días, con la desaparición de 56 extranjeros, muertos por inanición, y arrojados por la borda del cayuco en el que viajaban rumbo a África.
El pasado día 24, El pesquero gallego Tiburón III encontró a 300 millas (unos 550 kilómetros) de las costas de Senegal y de Mauritania un cayuco que llevaba veinte días a la deriva. A bordo quedaban un solo superviviente -el patrón senegalés de la embarcación- y siete cadáveres: los cuerpos de los últimos inmigrantes en morir, de un total de 53 que habían iniciado la travesía hacia Canarias.
El resto habrían sido arrojados por la borda a medida que fueron falleciendo. El macabro hallazgo tuvo lugar en el límite de la zona económica exclusiva de Cabo Verde, donde el Tiburón III se encontraba faenando.
Por su parte, el número de inmigrantes subsaharianos desaparecidos hoy en aguas del atlántico podría elevarse a 56, según los testimonios de los supervivientes recabados por los efectivos de Cruz Roja
Según Cruz Roja, la embarcación llegó anoche al puerto de Nuadibú con 94 personas a bordo, de las cuales fallecieron dos, un inmigrante originario de Gambia y otro de Mali. Asimismo, otros cinco fueron trasladados al hospital.
Los 87 restantes se encuentran atendidos por el dispositivo de Cruz Roja en Nuadibú, donde se les ha ofrecido abrigo, comida y bebida. Al parecer, se encuentran en relativo buen estado. Estas personas serán identificadas por las autoridades de Mauritania que se encargarán de su repatriación.
El cayuco fue interceptado por un destacamento del ejército mauritano que patrullaba a la altura de una península situada en la frontera con el Sáhara.
