PEKÍN, 16 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El periodista desaparecido hace dos semanas en la provincia china de Shanxi, principal centro minero del país, mientras investigaba un caso de corrupción inmobiliaria ha reaparecido en otra provincia y se encuentra detenido por la Policía tras ser acusado de aceptar sobornos.
No se trata de la primera vez que un periodista que investiga un caso delicado en China termina siendo acusado e incluso condenado por supuesta corrupción.
Guan Jian, redactor jefe de un medio de Pekín, había sido visto por última vez en su hotel en la localidad de Taiyuan el pasado 1 de diciembre, según informó ayer la prensa china, que normalmente no suele hacerse eco de este tipo de noticias.
La grabación de la cámara del hotel donde se alojaba Guan mostraba al redactor siendo sacado a la fuerza por cinco hombres. Poco antes de ser secuestrado el periodista, desplazado a Shanxi para seguir un caso de corrupción que aparentemente implicaba a una inmobiliaria propiedad de un importante cargo del Partido Comunista local, había llamado a su medio para informar de que la entrevista que tenía programada para ese día había resultado un éxito.
Sus familiares afirmaron desconocer el paradero de Guan aunque, según su hijo, sí tenían constancia de que Guan Jian seguía con vida. Hoy, 'China Daily' informa de que el hijo de Guan, Guan Yufei, recibió ayer una llamada de la Policía de Zhangjiakou, en la provincia de Hebei (norte).
Los agentes, según su abogado, se negaron a dar detalles específicos sobre la acusación que pesa contra el periodista o sobre por qué está en Hebei o cuánto tiempo más pasará ahí detenido, pero pidieron a su hijo que enviara dinero y medicinas para el corazón para su cliente.
"Lo único que dijeron es que llevara medicina para la presión alta y problemas cardíacos", comentó su hijo, que agregó que su padre no padecía, al menos hasta ahora, ningún problema de salud.
El caso de Guan se produce poco después de que se conociera que una periodista de un programa de investigación del canal de televisión pública, CCTV, había sido arrestada tras ser acusada de aceptar sobornos, curiosamente después investigar también un caso en Shanxi. La detención de Li Min, periodista bastante conocida, ha sido silenciada en la prensa china por orden directa del Departamento Central de Propaganda del Partido Comunista.
La corrupción y connivencia entre los poderes públicos y los propietarios de las minas de Shanxi, en ocasiones incluso emparentados, es frecuente, y también han sido frecuentes los casos de periodistas (la gran mayoría, aunque no todos, falsos) que acudían a las minas de la provincia ofreciéndose a no informar sobre los accidentes ocurridos a cambio de dinero.
