Actualizado 16/07/2013 19:22

Fracasan los debates sobre la Reserva Marina del Antártico

Antártida
Foto: EUROPA PRESS

MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Una reunión especial de 24 países y la Unión Europea ha fracasado en su intento de crear las reservas que se habían propuesto para los frágiles ecosistemas marinos de la Antártida. Rusia, con cierto apoyo de Ucrania, ha puesto en tela de juicio la base jurídica que permitiría la creación de reservas marinas a gran escala en la Antártida.

   La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) convocó una reunión especial del 11 al 16 de julio para reconsiderar las protecciones marinas tras no conseguir aprobarlas cuando se propusieron por primera vez en octubre de 2012.

   "Las acciones de la delegación rusa han puesto en peligro la cooperación internacional y la buena voluntad, los dos ingredientes clave para la conservación mundial de los océanos", ha afirmado Andrea Kavanagh, directora del proyecto de santuarios del Océano Austral de The Pew Charitable Trusts. "Que hayamos perdido una oportunidad de oro para proteger algunas de las áreas oceánicas más prístinas del planeta supone una derrota para el ecosistema y para la comunidad internacional", ha añadido.

   Por ello, ha instado a los líderes mundiales a que hagan un llamamiento a Rusia para que colabore con los demás países. "Resulta imperativo que los países vuelvan a mandar a sus delegados a la mesa de negociación en tres meses para alcanzar el consenso sobre la protección de las aguas de la Antártida", ha indicado.

   Las protecciones propuestas para el Océano Austral incluían una reserva marina de 1,6 millones de kilómetros cuadrados para el Mar de Ross --en la que no se permitiría la actividad pesquera-- dentro de una área marina protegida de 2,3 millones de kilómetros cuadrados, así como siete áreas en la costa antártica oriental que abarcarían una superficie adicional de 1,6 millones de kilómetros cuadrados.

   El plan para el Mar de Ross fue propuesto por Estados Unidos y Nueva Zelanda, mientras que Australia, Francia y la UE eran los defensores de las protecciones para la Atlántida oriental.