KABUL, 1 Mar. (Reuters/EP) -
Afganistán anunció este lunes a los periodistas que tendrán prohibido informar sobre los atentados que cometan los talibán, alegando que realizar esta cobertura sólo animará a los milicianos islamistas, cuyos últimos atentados, realizados hoy, terminaron con la vida de seis personas en la ciudad de Kandahar, en el sur del país centroasiático.
Los periodistas sólo tendrán permitido cubrir las consecuencias de los atentados con el permiso de la Dirección Nacional de Seguridad (NDS), según afirmó esta agencia dedicada al espionaje, que afirmó que detendrá a los periodistas que graben atentados sin permiso y que confiscará sus equipos.
"La cobertura en directo no beneficia al Gobierno, pero sí beneficia a los enemigos de Afganistán", aseguró el portavoz de la NDS, Saeed Ansari. La agencia convocó a un grupo de periodistas para anunciarles la prohibición, en virtud de la cual tampoco estarán permitidas las grabaciones en directo, incluso aunque se realicen a cierta distancia.
La medida ya ha sido denunciada por los grupos de periodistas y pro Derechos Humanos, que aseguran que privarán a la sociedad de una información vital sobre la situación de seguridad en el país.
"Una decisión así impide a la sociedad recibir información segura sobre cualquier cosa que suceda", aseguró el director de la Unión Nacional de Medios de Comunicación de Afganistán, Abdul Hamid Mubarez, cuyo grupo suele quejarse de acoso por parte de las autoridades.
"El Gobierno no debería intentar esconder sus incapacidades mediante la prohibición de esta cobertura a los medios de comunicación", afirmó un miembro de la ONG Afghanistan Rights Monitor (ARM), Laila Noori. "La gente quiere saber todo lo que sucede cuando se producen incidentes de seguridad", añadió.
El Gobierno afgano impuso una prohibición similar durante un día el año pasado, y se adoptó como medida extraordinaria durante los comicios presidenciales.
Esta medida llega mientras al menos cuatro civiles, un soldado de la OTAN y un agente de Policía han muerto hoy como consecuencia de dos atentados con bomba en la zona de Kandahar, en el sur de Afganistán, según informaron fuentes oficiales. Durante la semana pasada, los atentados perpetrados por los talibán terminaron con la vida de al menos 29 personas.
