MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Con la estación de lluvias aproximándose en Haití, donde un millón de personas duerme aún al aire libre un mes después del devastador terremoto que dejó más de 210.000 muertos, hay una necesidad urgente de refugios resistentes al agua, algo que se puede conseguir con lonas de plástico más que con tiendas, de acuerdo con los trabajadores humanitarios.
"Llevaría varios meses enviar las tiendas necesarias para todas las familias y personas que lo necesitan, y se haría tarde para afrontar la temporada de lluvias, que se prevé comience en marzo", afirmó anoche la ONG CARE en un comunicado.
"Por el contrario, los envíos de lonas de plástico resistentes y reutilizables pueden llegar a Haití en sólo días o semanas. Estas lonas mantendrán secos a los desplazados mientras las agencias humanitarias comienzan a implantar una solución a largo plazo a la crisis del alojamiento", añade el comunicado.
"La mayor parte de la gente que se hacina en campamentos superpoblados se acurruca bajo sábanas que cuelgan de palos o postes, suficientes para bloquear la luz del sol, pero inútiles contra las precipitaciones torrenciales que caen sobre Haití en la temporada de lluvias", prosigue CARE.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) estima que entre 1,1 y 1,5 millones de personas en Haití necesitan ayuda en forma de refugio debido al terremoto. La estrategia de la USAID también es de distribuir "lonas de plástico sobre las tiendas, para permitir una aplicación flexible de los materiales, mejorar la protección de las inclemencias del tiempo y adherirse a las guías mínimas de la comunidad humanitaria", señala esta agencia.
"Las lonas de plástico se prefieren a las tiendas y a las estructuras prefabricadas por su flexibilidad, su relativo bajo coste, la familiaridad entre la población afectada y la posibilidad de crear un espacio para vivir mínimamente adecuado", según la estrategia para tratar las necesidades de refugio en Haití.
A fecha de 8 de febrero, "a unas 272.000 personas se les había dado refugio de emergencia de un total estimado de 12 millones de desplazados", indica la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Por otro lado, el director de la delegación de ActionAid, Jerome Savot, que agrupa bomberos, especialistas en rescate y médicos, explicó cómo las próximas lluvias podrían conllevar ciertos riesgos para la salud. "Las enfermedades que se transmiten por el agua aún no han aparecido en masa, pero no significa que no estén presentes", declaró.
"Su aparición puede llevar cierto tiempo. Si las condiciones no mejoran, tendremos en nuestra mano una epidemia de diarrea. La gente se baña en cualquier lugar al aire libre, y defeca muy cerca del lugar en el que come y duerme", aseveró.
